“Inmenso e intenso dolor”, titula el cardenal valenciano, que afirma que “somos muchos los que sentimos como una daga, de dolor intenso, clavada en lo más profundo de nuestras entrañas, por cuanto ha sido y sucedido este primero de octubre, en España, y dentro de ella, en la querida Cataluña”.
Antonio Cañizares recuerda que “ha sido muy grave lo acontecido: un acto de sedición, un fraude, una traición, un golpe contra el estado de derecho, una vulneración de la normalidad constitucional de la nación y convivencia en libertad de todos los españoles, un acto que rompe, origina heridas y confrontación entre las familias, entre los amigos y vecinos; o una serie de actos reprobables, contrarios a la verdad”.
Además, agrega que “cuando otras veces he reconocido la unidad de España como un bien moral, porque lo es y negarlo es ir contra la verdad y contra Cataluña y la diversidad de pueblos, regiones, comunidades, e inhibirse del bien común para exaltar el bien particular en detrimento de los otros, cuando he reconocido públicamente este bien moral digo, estoy peleando a favor de Cataluña y del conjunto unido de pueblos y comunidades autónomas que somos”.
Por ello, el cardenal Cañizares afirma con firmeza que “por fidelidad a la verdad, y por ello, para no traicionar el bien común que incluye el bien de las personas y su verdad, siento no poder justificar un pretendido derecho a decidir que no tiene en cuenta el bien común, precisamente porque desvertebra y debilita el conjunto que entraña el bien común”.
Por ello, citando anteriores escritos de la Conferencia Episcopal, el cardenal recuerda que “poner en peligro la convivencia de los españoles, negando unilateralmente la soberanía de España, sin valorar las consecuencias que esta acción podría acarrear, no sería prudente ni moralmente aceptable”.
Para concluir, Cañizares ve imprescindible “pedir perdón, perdonar, y todos juntos restañar las heridas ocasionadas, desandar los pasos mal dados y enfocar un nuevo futuro”.
(Puede leer AQUÍ el artículo íntegro publicado por el cardenal Cañizares)
Durante los últimos días otros obispos como los de San Sebastián, José Ignacio Munilla, y el de Oviedo, Jesús Sanz Montes, se han manifestado de manera similar sobre Cataluña.
El prelado vasco afirmaba que “este callejón en el que se encuentra Cataluña no sólo es ilegal sino profundamente inmoral” mientras que el arzobispo de Oviedo agregaba que romper el marco constitucional "de modo unilateral, cizañarlo con la insidia que enfrenta y divide, falsear con la mentira todas sus alternativas trucadas, engañar con vileza a un pueblo para hacerle cómplice de una inconfesada deriva, todo eso no sólo atenta contra el Estado de derecho, no sólo mina la convivencia a tantos niveles, desde el más elemental y doméstico, como son las familias, sino que es profundamente inmoral".
Este miércoles ha sido el arzobispo castrense, pastor de guardias civiles y policías, Juan del Río, el que ha querido dar su opinión al respecto. En un mensaje en Twitter ilustrado con la bandera de España, el prelado asegura: “Frente al independentismo fanático y violento, confiamos en Dios y nos unimos al Rey en su defensa de la libertad y del orden democrático”.