En ese momento un vehículo se saltó un control policial a la entrada de la ciudad y avanzó hacia el Paseo y la zona del club náutico, perseguido por la policía. El vehículo atropelló algunos viandantes y volcó.
Sus ocupantes salieron entonces con cuchillos y empezaron a apuñalar personas, dejando seis ciudadanos heridos e hiriendo levemente también a un Mosso d'Esquadra. Llevaban cinturones explosivos adosados a su cuerpo, que han resultado ser falsos, y portaban también armas de fuego.
Entonces se produjo un tiroteo con los Mossos: cuatro terroristas murieron inmediatamente bajo las balas de los agentes, y uno que quedó gravemente herido murió un poco después.
Hacia la una de la tarde, los Mossos confirmaron que una mujer que había resultado acuchillada en la cara y que fue hospitalizada en el Hospital Juan XXIII fallecía: se convertía en la 14ª víctima mortal de la jornada, la única en Cambrils.
Algunas fuentes sugieren que la verdadera intención de los terroristas de Cambrils era atentar en Barcelona, o en la cercana Salou, y que solo atacaron el Paseo Marítimo de Cambrils huyendo de los agentes que les perseguían. Cambrils cuenta con unos 33.000 habitantes, pero en verano gana otros tantos, llegados muchos de Aragón y otras regiones españolas de interior, y de turistas de toda Europa.
Durante el ataque de Cambrils, y resonando los disparos (en Barcelona no hubo disparos) la gente se resguardaba en hoteles y locales. Tardaron horas en ser desalojados después con escolta policial y en grupos pequeños, por el mismo procedimiento usado en la Ciudad Condal.
La Vanguardia publica algunos testimonios de personas que estaban en la zona. Jonathan Galán estaba con sus amigos en un bar de la zona cuando empezaron a oír disparos y gritos de gente corriendo hacia todos lados. En los momentos de pánico, él y sus amigos fueron rápido a refugiarse dentro del bar, junto a otro centenar de personas.
El recepcionista de uno de los hoteles del paseo marítimo relataba a este medio como “ha entrado mucha gente en el hall del hotel alertando de que un vehículo intentó abalanzarse sobre la gente” y que “habían escuchado muchos disparos”.
En el Barlovento de Cambrils, “los turistas eran los que estaban más asustados” comenta Jonathan. “Hemos estado alrededor de un centenar de personas dentro del bar aproximadamente una hora, hasta que ha llegado la policía”, afirma.
El testimonio alaba la gran actuación policial y comenta como los sacaron del local de cinco en cinco tras previos controles. “La policia ha entrado y nos ha hecho salir en fila india y con las manos al aire”. Tras la evacuación del bar, todos han ido hacia la zona de la playa, donde después de ser cacheados y salir del cordón policial han podido volver a sus casas con el susto en el cuerpo.