Con la catedral llena de peregrinos, este año se están batiendo todos los récords, y con la presencia de varios obispos y autoridades, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, recordó los principios espirituales, morales y culturales que han surgido de esta fe en Jesucristo y que han forjado la historia de España.
“Cuando hemos alcanzado tantas cosas buenas que nunca habíamos logrado, en España y en Europa, no debemos olvidar el legado de nuestra historia que junto a aspectos negativos que hay que erradicar, nos ofrece valores e ideales suficientes y necesarios para la construcción de una sociedad solidaria y esperanzada”, afirmó el prelado en la catedral.
Por ello, recordando la memoria de Santiago pidió recuperar “la centralidad de la dimensión religiosa en la vida” incidiendo en que “marginar a Dios no libera al hombre”. En su intervención, monseñor Barrio invitó a los fieles a “hacer una confesión de fe apostólica: una fe que da sentido a nuestra vida, nos abre a Dios desde lo que somos, y acompaña nuestros pasos en la historia”.
De este modo, el arzobispo de Santiago recordó que tiene que ser una fe que “resiste la dictadura del espíritu de la época, que pretende prescindir de Dios”. “La vida se oscurece si no se abre a Dios, en quien fundamenta nuestra dignidad y libertad”, agregó.
Barrio quiso recordar además que "la fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin la fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. Creer no es un asentimiento a un proyecto exento de interrogante, sino que es fiarse de Dios y poner la vida en sus manos".
Varios obispos, entre ellos el arzobispo Barrio, durante la procesión de entrada hacia la catedral
Dirigiéndose al Apóstol, el obispo le pidió: “acoge y protege al Papa Francisco y a la Iglesia española para que nos mantengamos fieles a Cristo”. Además, pidió protección para todos “los pueblos de España”. Igualmente, se acordó de las víctimas del terrorismo y de todas las violencias así como de las víctimas del accidente ferroviario del Alvia de 2013.
Una vez más como delegado regio, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, pidió a Santiago “voluntad y decisión” para no claudicar “ante quienes predican la desunión o se abandonan al pesimismo”.
También recordó la lacra del terrorismo y recordó concretamente a dos víctimas, Miguel Ángel Blanco e Ignacio Echeverría, “dos jóvenes de esta tierra que se han convertido en símbolos de la fuerza de la razón que lucha contra la razón de la fuerza”.