El pasado viernes una nueva iglesia fue profanada gravemente, en este caso en la ciudad castellonense de Villarreal. En la basílica de San Pascual descubrieron que había sido forzada la puerta de la celda del Santo, habían abierto el Sagrario y robado el copón con las sagradas formas consagradas.

En un comunicado, el obispo de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López, ha anunciado que para reparar este acto sacrílego celebrará una misa de desagravio en dicha basílica el próximo domingo 23 de julio a las 19.00 horas, invitando “a todos los católicos de la diócesis, sacerdotes, religiosos y laicos, acompañando a la comunidad de clarisas en este momento doloroso”. El prelado también ha pedido que se suspendan en todo Villarreal las misas a esa misma hora para que los fieles acudan a esta basílica.


“Como en el caso de la parroquia de Teresa, a principios del mes de mayo, esta nueva profanación nos llena de profundo dolor. Se trata de actos sacrílegos contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía", asegura el obispo.


El obispo de Segorbe-Castellón ha hecho un llamamiento a los fieles de la diócesis para participar en el acto de desagravio


De este modo, ha pedido a todos los sacerdotes que hagan actos de reparación en sus parroquias ya sea con la celebración de la Eucaristía o con la exposición prolongada del Santísimo.

En su escrito, el obispo afirma que “este suceso nos permite volver a reflexionar sobre lo que supone que el Señor se haya quedado presente entre nosotros bajo las especies eucarísticas. Jesucristo, nuestro Señor, a pesar de todos los riesgos y peligros, mantiene hoy su voluntad de permanecer entre nosotros”.

Y por ello, Casimiro López agrega que “detrás de estos sucesos se esconde una llamada a la conversión dirigida a cada uno de nosotros. Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, presente en la Eucaristía”.