El cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española, celebró la festividad de San Benito junto a la comunidad benedictina del Valle de los Caídos, donde presidió  la Eucaristía.

Durante la homilía en la basílica, el arzobispo de Valladolid destacó que “este es un lugar señalado por tantas cosas” pero “sobre este monte hay una cruz, y nunca podemos olvidarla. Esta es nuestra suprema memoria, el memorial de la entrega del Señor. La Cruz culminó el amor de Dios por todos nosotros, hasta el extremo. Desde aquí hacemos esta memoria, no memorias selectivas, no memorias parciales, no memoria de unos contra otros”.


Tal y como recoge Alfa y Omega, Blázquez añadió que “Jesús es nuestra Paz y desde la Cruz nos ha reconciliado” por lo que “nosotros debemos ser fermento de paz y pacificación en nuestra historia, en nuestra vida, en todos nosotros. A la sombra de esta Cruz estamos todos”.

El cardenal español explicó ante la comunidad benedictina que “nuestro mundo está entrando en una etapa histórica distinta. Hoy el Papa Francisco nos dice que no solo estamos en una época de cambios profundos y rápidos, sino en un cambio de época. En esta coyuntura qué bien nos vienen las obras, enseñanzas y forma de vivir de san Benito. Son un modelo para lo que tenemos que hacer nosotros hoy”.




Por ello, el presidente de los obispos españoles pidió pensar en Europa y cómo muchos “se encogen” ante la Palabra de Dios. A su juicio, a veces los católicos “hacemos una especie de autocensura para que nuestro lenguaje no sea discordante con un guión que se nos quiere trazar”.

Sin embargo, insistió en que “no podemos hacer silencio sobre lo esencial. Con respeto y humildad pronunciemos la palabra de Dios y vivamos a su sombra siempre”.


Puso como ejemplo a San Benito, “un modelo para todos, modelo de relación entre la persona y una comunidad estable. No estamos para dominar, estamos para servir. No para poner nuestro yo en el centro y que todos den vueltas alrededor. Tenemos que servir con un amor entrañable, no áspero, humilde. En la Cruz del Señor nos manifiesta como nos ha amado, con un amor cercano, humilde, paciente…”.

"El pilar básico de san Benito fue: Buscar a Dios. Y no solo durante unos años, sino siempre buscar a Dios. Nos pide ponernos en su presencia día tras día. Si le encontramos, hemos encontrado la luz y la fuerza para la vida. Si no, nuestra vida no tiene fundamento. Busquemos a Dios siempre”, agregó.