Este lunes el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, inauguró los cursos de verano de la Universidad Católica de Valencia y habló de la importancia de centros como este para “hacer posible una humanidad nueva”.
Tal y como recoge la agencia AVAN, el arzobispo valenciano dijo que “ante la dictadura del ruido nos urge hablar y obrar a favor de los hombres y de la sociedad. El silencio y la libertad interior son condiciones para poder escuchar a Dios, que nos invita a actuar siempre a favor de la paz, la convivencia y de los más desfavorecidos”.
En opinión del Cardenal Arzobispo de Valencia hoy hay “muchísima palabrería y dramatismo” y no se deja tiempo para la escucha y el silencio. “Sin atención a los fines esenciales de la vida, corremos el riesgo de vaciarnos y que ese ruido haga de nosotros simples piezas del sistema”, ha advertido.
“El hombre necesita vivir un movimiento de vaivén entre su entrega a las tareas que le ocupan y la retirada de las mismas para poderse conservar hombre de veras. A esto contribuyen también los cursos de verano de la UCV”, ha aducido.
"Lugar de oración y contemplación"
En ese sentido el Cardenal Cañizares ha recordado que la UCV existe para ayudar a que el hombre “viva y se realice conforme al designio divino”. Por ello es tan importante que dicha universidad sea “lugar de oración y contemplación de la verdad de Dios”.
Por su parte, el vicerrector de Relaciones Institucionales, Juan Carlos Valderrama, ha expuesto en la inauguración de los cursos que con la XXXVI edición de los mismos queda patente su consolidación “como un espacio de formación e intercambio de conocimientos que nos deben servir para aprender, compartir y formarnos como profesionales y como seres humanos”.
“Además, estos cursos constituyen un lugar de encuentro académico que permite plantearnos cuestiones que nos harán avanzar en el desarrollo personal respecto de las diferentes ramas del saber y en el asentamiento de virtudes y valores que nos permitan servir a la sociedad y a la Iglesia”, ha aseverado.