Este viernes, 9 de febrero, Manos Unidas convoca a los españoles a la jornada de Ayuno Voluntario. Una actividad con la que la ONG de la Iglesia católica pide a la sociedad un gesto simbólico de apoyo a los 735 millones de personas que pasan hambre en el mundo.
Cada segundo viernes del mes de febrero, desde hace más de 50 años, generaciones de españoles han practicado el Ayuno Voluntario apuntándose a ese pequeño gesto tan simbólico como cargado de sentido: un café menos puede transformarse en material escolar; una comida menos puede proporcionar semillas para algún huerto…
Pequeño gesto que acerca a Jesús
La suma de todas las colaboraciones se ven materializadas en centenares de proyectos de desarrollo en decenas de países, que Manos Unidas apoya cada año. "Entendemos que abstenerse de comida es un tipo de ayuno. Una manera de tomar consciencia del sufrimiento que padecen a diario millones de personas en el mundo que ayunan involuntariamente porque no tienen alimentos que comer; somos conscientes que es un pequeño acercamiento a su dolor porque es solo un día", explica Cristina Urrutia, del Departamento de Parroquias de Manos Unidas.
Para Urrutia, este ayuno al que convoca Manos Unidas, es una forma de "liberarnos de las esclavitudes del egoísmo, de la indiferencia, del orgullo, de la enfermedad del consumo desmedido, del móvil, de la televisión o del ordenador. Un gesto que nos ayuda a acercarnos al sufrimiento de los demás".
La capacidad de las personas para ponerse en el lugar del otro, de ver la vida a través de sus ojos, y de sentir lo que la otra persona está sintiendo "nos acerca más a Jesús", asegura Urrutia.
El Ayuno Voluntario se engloba en las actividades de presentación de la Campaña Anual de la ONG, que culminan el domingo 11 de febrero con la Jornada Nacional de Manos Unidas, en la que lo recaudado en la colecta de todas las parroquias de España se destina a diversos fines.