"Llama poderosamente la atención la gran virulencia del debate político, cuando es un hecho constatable que los distintos partidos políticos caminan de una forma inexorable hacia un pensamiento único, conformado por lo políticamente correcto": así se expresaba este domingo José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, en un artículo publicado en el Diario Vasco con motivo de la Pascua.
Monseñor Munilla lamentaba asimismo que la cuestión de la paz se considerase "encomendada fundamentalmente a los gobiernos de las naciones": "¿No estará más determinada por la educación moral interior del ser humano, que trasciende en cierta medida a las administraciones y los gobiernos?". En su opinión, un factor "determinante en la causa de la paz" es "la educación moral y espiritual, en la que centró Jesucristo su predicación, llamando 'bienaventurados' a los pacíficos, a los mansos, y a los que son capaces de responder al mal con el bien".
"En esta misma línea de incomprensión de los fundamentos últimos de la paz", añadió, "estamos asistiendo a la pretensión de construir los procesos de pacificación sobre la base de acuerdos 'políticos', excluyendo o, cuando menos, minusvalorando la dimensión moral y espiritual de la realidad. Todos tenemos en mente el rechazo del requerimiento del arrepentimiento y de la petición de perdón por parte de los violentos a sus víctimas, bajo el argumento de que esos son conceptos religiosos y de conciencia, que no pueden ser invocados en el terreno social o político".
Apelando a esa solución espiritual, el prelado donostiarra destacó que "el problema es que el 'hombre viejo' sigue anidando en el interior de unos y de otros", por lo que "cada uno de nosotros y de nuestras familias necesitamos una renovación espiritual" de la que es signo "el saludo del Resucitado": "Paz con vosotros".
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