Aunque la subdelegación del Gobierno descarta que los incidentes de la Madrugada del Viernes Santo en Sevilla respondan a una trama organizada o vinculada al terrorismo, sí hubo "intención maliciosa" de ofender y de provocar pánico y avalanchas, como efectivamente sucedió.
De los ocho detenidos, siete son españoles y uno senegalés. Cinco han quedado en libertad con cargos y tres ingresaron en prisión.
Las avalanchas han producido un centenar de heridos. Según informa la edición sevillana de ABC, los afectados de mayor gravedad son un nazareno de la hermandad del Gran Poder de 35 años afectado con una fractura de cadera y un hombre de más de 60 años, ingresado con un traumatismo craneoencefálico.
Respecto a las detenciones, el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano, ha explicado en rueda de prensa que los altercados comenzaron a las 3.30 horas de la madrugada en la céntrica calle de Reyes Católicos, cuando se procedió a detener a un individuo senegalés por un delito de desobediencia a la autoridad. El individuo, que al parecer ejercía la venta ambulante, vociferaba «Alá es grande», lo que provocó el pánico y estampidas hacia el Paseo de Colón y calles anexas. El detenido ya tenía antecedentes por delitos comunes, según Gil-Toresano. El arrestado ha sido puesto en libertad con cargos tras una comparecencia urgente en el juzgado de guardia en la que la Fiscalía ha solicitado una multa de cuatro meses, a razón de seis euros al día, por la comisión de un delito contra los sentimientos religiosos.
El siguiente incidente se produjo a las 4.20 horas, en la calle Marqués de Paradas, donde las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado detuvieron a tres españoles de 47, 46 y 45 años por un presunto delito de desórdenes públicos. «Provocaron el pánico desde la calle Alfonso XII hasta la calle Marqués de Paradas, generándose estampidas generalizadas en la zona», añade el subdelegado del Gobierno en Sevilla, quien ha destacado que los detenidos, que tenían antecedentes por delitos comunes, vociferaban también consignas relacionadas con ETA. Algunos testigos indican que de sus bocas salían frases como «así son las bombas de ETA» y «Gora ETA». Estos tres detenidos habrían ingresado en prisión provisional tras su comparecencia judicial.
A las 6.00 horas, en la plaza del Salvador, se detuvo también a dos españoles de 19 años, uno de ellos con antecedentes por delitos comunes, por desórdenes públicos y contra los sentimientos religiosos, ha informado Gil-Toresano. En ese momento, la hermandad de la Macarena se encontraba en la zona y quienes asistían a esa procesión escucharon a los españoles gritar «Alá es grande».
A las 6,05 horas, en la confluencia de las calles Álvarez Quintero con Argote de Molina, la Policía detuvo también a dos individuos españoles de 22 y 21 años por un delito de desórdenes públicos y contra los sentimientos religiosos.
El subdelegado del Gobierno descarta «cualquier vínculo terrorista nacional o internacional con las acciones perpetradas, así como la de algún grupo radical que hubiese actuado de forma coordinada. Sin embargo -ha advertido- sí se ha constando que en todas ellas existía la intención maliciosa de sus autores de provocar el pánico y el desconcierto entre las numerosas personas que durante la Madrugada se encontraban distribuidas por todo el Centro de la ciudad de Sevilla».