El Consejo de Ministros ha aprobado este año siete reales decretos por los que concede sendos indultos especiales a presos a petición de distintas cofradías y hermandades religiosas con motivo de la Semana Santa. Una cifra menor que otros años por lo que habrá cofradías en las que no desfilará ningún reo indultado.
Se ha concedido el indulto a los presos propuestos por la Hermandad de Jesús Nazareno, de Ponferrada; la Cofradía del Santo Cristo del Perdón, de León; la Hermandad de la Santísima Trinidad y Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, de Sevilla; y la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno Cristo de Medinaceli, de Madrid.
Además han sido atendidas las peticiones de la Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía y de Nuestro Padre Jesús del Perdón, de Salamanca; la Hermandad de Jesús Cautivo, de Oviedo, y la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro, de Zaragoza.
Según explica el Ministerio de Justicia en un comunicado, las cofradías de penitentes solicitan tradicionalmente los indultos para aquellos reos del ámbito de su provincia que cumplen los requisitos de cualquier indulto ordinario, en los que concurren razones de justicia, equidad o utilidad pública.
La ley que establece las reglas para conceder indultos data del 14 de julio de 1870, aunque la vertiente del indulto religioso por Semana Santa es anterior, existiendo dos versiones sobre su origen. La más antigua data de 1447, según la cual el rey Juan II de Castilla habría impulsado ese año la Ley del Perdón del Viernes Santo de Santa Cruz. Según esta norma, el reino dejaría en libertad a un reo cada año con motivo de la Pasión de Jesús de Nazaret.
Una medida de gracia con la que salvó la vida, según las crónicas, el capitán general de los comuneros, de manos del emperador Carlos I. Así se recoge en el artículo «De la Pasión de Jesús a la redención de los cautivos» que Francisco Sempere, de las hermandades de El Perdón, y Nuestro Padre Jesús y Santo Sepulcro de Alicante, escribió en la revista oficial de la Semana Santa de 2016.
En este trabajo, Sempere recuerda la segunda fecha clave en los indultos de Semana Santa. Se trata de 1759, cuando la peste asolaba Málaga hasta que un grupo de presos se escapó para sacar en procesión la imagen de Jesús El Nazareno pese a la oposición de las autoridades. Devolvieron el paso, regresaron a sus celdas y en unos días la enfermedad remitió. El rey Carlos III, al conocer el milagro, concedió a la cofradía nazarena la prerrogativa de liberar un preso en Semana Santa.