El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha afirmado en el programa que dirige en Radio María que la presencia del arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, en la escenificación de "desarme" de ETA fue a título personal y no como enviado del Vaticano.
Monseñor Munilla afirmó que la presencia de monseñor Zuppi (quien sustituyó al cardenal Carlo Caffarra al frente de la diócesis boloñesa en octubre de 2015) sorprendió a los tres obispos vascos y al obispo de Bayona, Marc Aillet, en cuyo territorio diocesano tuvo lugar el acto propagandístico de la banda terrorista y quien tampoco sabía nada.
Zuppi actuó como testigo de la entrega por parte del sindicalista Jean Nöel Etcheverry al coordinador de la Comisión Internacional de Verificación, Ram Manikkaligam, del documento con la localización de algunos zulos con armas y explosivos de ETA.
Zuppi intervino como testigo "por su cuenta y riesgo", afirmó Munilla: "Puedo decir que el obispo de Bayona nos ha comunicado a todos los prelados que desde la Santa Sede, desde la Secretaría del Estado, le han comunicado que puede decir públicamente que el arzobispo de Bolonia acudió a título particular, sin ningún tipo de bendición ni explícita ni implícita de la Santa Sede".
Por tanto, continuó el obispo donostiarra, "la Iglesia no ha estado para nada implicada en eso", tras lo que, según informa COPE, se ha mostrado irónico al comentar que la presencia de los dos religiosos puede significar "que este tiempo de laicismo ha terminado y a partir de ahora todo va a ser distinto".
Munilla se ha preguntado si los organizadores de los actos del desarme "estaban verdaderamente necesitados y no sabían si podían servirse de alguien para darle un realce a un acto en el que querían escenificar no se sabe qué".
"Como no sabían a quién recurrir buscaron un obispo por su cuenta", ha añadido, tras lo que ha calificado de "significativo" el "intento de utilización de la Iglesia".