En septiembre pasado, los doce habitantes de Fuenteodra (Burgos) celebraron una fiesta: la imponente iglesia de San Lorenzo Mártir, conocida por su majestuoso aspecto como la Dama de las Loras, salía de la lista roja de la asociación Hispania Nostra, que da la alerta sobre más de cuatrocientos bienes del patrimonio monumental y artístico español que necesitan rehabilitación o reconstrucción para no perderse para siempre. Una parte significativa son templos que han sufrido los saqueos de Napoleón, de la desamortización o de la persecución religiosa de la guerra civil, o simplemente las consecuencias de la despoblación rural o la desidia institucional.
Pero la asociación cultural Manapites, creada para recuperar la iglesia de Fuenteodra, con más de cuatro siglos y abocada al colapso en pocos años, lanzó una campaña de micromecenazgo a través de Hispania Nostra y al concluir el verano se había conseguido, gracias también a las subvenciones de la Junta de Castilla y León y de la Diputación de Burgos, lo esencial: asegurar la estructura del templo justo para poder acoger los actos para los que fue construida. Es lo que algunos denominan un "milagro de la luz".
Adrián, el pionero
Como el que tuvo lugar recientemente, con una luz no solo material sino espiritual: el bautizo del pequeño Adrián, de ocho meses, la primera persona que recibe este sacramento en la Dama de las Loras desde 1987.
La familia de Adrián y los sacerdotes que la bautizaron. Foto: Archidiócesis de Burgos.
Según cuenta el propio arzobispado, el empeño de su madre, Rebeca Corralejo, que quería que su hijo fuese bautizado en su pueblo, ha sido determinante: "Alba, mi hija mayor, tiene 4 años y se bautizó en Quintanilla Escalada, el pueblo de Fernando, mi chico, y yo quería que Adrián estuviese bautizado en Fuenteodra, que es el mío, para que cada uno estuviera bautizado en uno de nuestros pueblos", explica.
Precisamente el último bautizo registrado es el de José Luis Corralejo, primo del padre de Rebeca y actual alcalde pedáneo. La iglesia se cerró al culto en 2006, pero Rebeca la recuerda aún viva, por lo cual no oculta su "alegría" con esta restauración: "Ha sido un gran orgullo poder bautizar a Adrián en la iglesia a la que yo acudía de pequeña con mis abuelos, un templo que desde hace unos años estaba condenado a las ruinas y al olvido".
Lamentablemente, no pudo utilizarse para cristianar al niño la pila bautismal original, porque se encuentra bajo la torre, en una zona que aún no está completamente restaurada. Es el nuevo objetivo de los impulsores de la restauración, porque el esfuerzo continúa: se ha logrado un hito, pero queda mucho por delante.
Una zona que empieza a revitalizarse
Según Javier Maisterra, presidente de Manapites, se ha hecho "un trabajo impecable en el inmueble, pero también estamos empezando a dotar de vida a esa sociedad que está alrededor del inmueble. Empieza a haber otra vez ilusión en torno a la iglesia y a Fuenteodra".
De modo que la restauración no será solo física, sino también de la vida comunitaria, porque el templo es la seña de identidad de Fuenteodra: "Hemos sido capaces de dar la vuelta a la situación, a esa espiral diabólica en la que todo son problemas y, al final, los pueblos desaparecen".
Por algo la llaman la Dama de las Loras...
La iglesia de San Lorenzo Mártir fue construida en el siglo XVI, en estilo gótico flamígero o renacentista, de forma muy homogénea y sin añadidos posteriores. Cuenta con una sola nave con bóvedas y nervaduras de piedra, mientras que el ábside es poligonal con contrafuertes. Además, tiene una portada renacentista tapiada con arco rebajado, con columnas y una hornacina que alberga al santo. La torre es cuadrada, almenada con óculo a medio hastial sobre la puerta tapiada.
Su visión en la distancia es impresionante y su revitalización atraerá turismo y actividad al templo, no solo religiosa sino también cultural, como es el objetivo trazado por Manapites.
No dejes de admirar aquí el interior y exterior de la iglesia de Fuenteodra durante su restauración: