El Congreso se celebrará los días 10, 11 y 12 de marzo de 2017 en el Salón de Actos del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares y será presidido por el obispo, Juan Antonio Reig Pla. Al finalizar el Congreso se harán públicas las conclusiones.
Este Congreso pretende “volver al origen” proponiendo - sin ideologías - la belleza, la bondad y la verdad de la familia cristiana y de la escuela católica.
Se hará sin olvidar las dificultades, los sufrimientos y las esperanzas de los matrimonios, de los hijos, de los educadores y de los pastores, siendo asimismo conscientes del proceso de deconstrucción cultural al que estamos sometidos.
El congreso se inspira en unas palabras de Joseph Ratzinger de 2004: «El destino de una sociedad depende siempre de minorías creativas. Los cristianos creyentes deberían concebirse a sí mismos como tal minoría creativa y contribuir a que Europa recobre nuevamente lo mejor de su herencia y esté al servicio de toda la humanidad»
Para los organizadores, la escuela católica y las familias cristianas se reclaman mutuamente. Pero, dicen, no hay familias cristianas sin sujetos cristianos gestados en la comunidad cristiana. Los procesos de deconstrucción y la secularización impuestos ahora, incluso por ley, exigen volver también a los orígenes en lo que se refiere a la educación y a la formación de la persona hasta el nivel más básico como es la identidad: varón y mujer creaturas de Dios.
"El tecno-nihilismo, vinculado al constructivismo y, por tanto, al relativismo, así como la ideología de género y el transhumanismo, al que aspiran los poderosos, son retos a los que la Iglesia todavía no ha prestado la suficiente atención".
"Debemos prevenir y sanar las heridas, educando a nuestros niños y niñas, jóvenes y adultos para que los varones maduren en su masculinidad y las mujeres en su feminidad. Para ello es imprescindible promover en todas las parroquias la iniciación cristiana según el modelo del catecumenado bautismal. La familia y la (pequeña) comunidad cristiana son los espacios donde estos itinerarios deben darse para generar cristianos adultos capaces de poseerse y donarse en todos los ámbitos, de amar y de ser amados, como Cristo en la Cruz: castidad y caridad son dos virtudes con dimensión social y política. Con estas condiciones a la escuela católica le corresponde educar en el arte de vivir como cristianos en la sociedad de la postverdad".
"La familia, la comunidad cristiana y la escuela son los pilares para una verdadera renovación - a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia - de la sociedad, de la cultura y de la política. Corromper la familia y la escuela hace imposible el Bien Común. La base doctrinal de la “sana laicidad”, «implica que las realidades terrenas ciertamente [gocen] de una autonomía efectiva de la esfera eclesiástica, pero no del orden moral» (Benedicto XVI, 912-2006); esta es la razón por la que no es legítima la separación Verdad-Estado. Debemos recuperar el Magisterio de la Iglesia Católica sobre el Reinado Social de Cristo".
«La propuesta es el Reino de Dios (cf. Lc 4,43); se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos» (Papa Francisco, Evangelii gaudium, n. 180).
Durante la celebración del congreso, en la Capilla del Palacio Arzobispal, el Santísimo Sacramento permanecerá expuesto con turnos de adoración permanente. Para los menores la organización ofrecerá, adaptado a cada grupo de edades, un congresito sobre la familia y la escuela. Los más pequeños podrán contar, si así se solicita en la inscripción, con servicio de guardería.
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