Este jueves se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, una parte muy importante de la Iglesia Católica. De hecho, según los datos ofrecidos por la Conferencia Española de Religiosos (Confer), un total de 41.974 religiosas viven en España, prácticamente mil menos de los que había en 2016.

Según estos datos, el 75% del total de los religiosos que hay en España son mujeres. Del total, unos 9.000 son monjas y monjes de clausura mientras que el resto serían de vida activa.

La presidenta de Confer, María Rosario Ríos, ha explicado a Europa Press que este descenso se debe, sobre todo, a traslados y fallecimientos y no tanto a los abandonos -de los que alertó el Papa Francisco el pasado sábado-. También apunta al descenso de vocaciones pues, aunque hay "algunas", no se dan "en la proporción que hace 40 años".


Precisamente, en cuanto a los nuevos candidatos a la vida consagrada, de los datos se desprende que en la actualidad hay 336 novicios (229 mujeres y 107 hombres), que entraron a las congregaciones durante el año 2016 o en 2015, si el periodo de noviciado era de dos años. Esta cifra se ha mantenido más o menos constante en los últimos años, con un descenso de 20 novicios con respecto al año 2015.

"No hay vocaciones pero en general tampoco hay vocaciones al matrimonio, es un tema más de fondo", explica Ríos, para subrayar que la solución pasa por la evangelización de los jóvenes porque "nadie se va a plantear una vocación en la Iglesia si no conoce a Jesús".

Además, ha indicado que el momento social y cultural actual en el que se posponen las grandes decisiones, tampoco favorece las vocaciones. "Hace 30 años una persona de 25 años era un adulto que podía estar casado y con hijos; hoy seguimos hablando de jóvenes de 30 años. Se han retrasado este tipo de procesos y, por tanto, orientar la vida también", expone.


"La situación de muchos conventos femeninos es muy alarmante y preocupante. Hay falta de vocaciones y se están suprimiendo muchas comunidades. Por lo menos más de una al mes en España", alertaba el director del Instituto Pontificio Claune, dedicado a prestar ayuda a los conventos o casas religiosas de vida contemplativa necesitadas, Eleuterio López.


Recientemente el Papa Francisco ha clausurado el Jubileo por los 800 años de la Orden de los Dominicos

Tal y como se refería anteriormente Ríos, el Papa habló al dicasterio encargado de la vida consagrada e hizo hincapié en el número de abandonos que se producen cada año.

En una entrevista en L´Osservatore Romano, el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el español José Rodríguez Carballo, afirmaba que “entre 2015 y 2016 tuvimos unos 2.300 abandonos, incluyendo 271 decretos de dimisión de órdenes y congregaciónes y 518 dispensas del celibato concedido por la Congregación para el Clero. Abandonaron 141 sacerdotes religiosos incardinados en distintas diócesis y 332 dimisiones de la vida religiosa contemplativa”.


Carballo señaló que aunque una parte de los religiosos abandona los hábitos "para casarse" la primera causa de abandono es la “pérdida de confianza” en los “asuntos espirituales”.

El pasado día 28, el Papa recibió en audiencia a los miembros del dicasterio, a raíz de una Asamblea Plenaria dedicada precisamente al tema de la “fidelidad y el abandono”. En ese momento, Francisco hizo hincapié en la importancia de este debate y advirtió de un “sangrado que debilita la vida religiosa y la propia vida de la Iglesia”.

Para  Rodríguez Carballo, cuando el Papa habla de la hemorragia “significa que se trata de un problema importante, no sólo por la cantidad sino también por la edad en la que se producen los abandonos". "La mayoría de los abandonos se producen entre hombres y mujeres religiosas con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años”, dijo.