La diócesis de Tarrasa tendrá a partir del lunes 13 de mayo su primera capilla de adoración perpetua, que estará situada en la iglesia del Inmaculado Corazón de María de la localidad barcelonesa de Sabadell y que desde ese momento estará abierta 24 horas al día
El propio obispo de Tarrasa, monseñor José Ángel Saiz, inaugurará esta capilla el próximo lunes a las 19.30. El Santísimo Sacramento será entronizado en la iglesia del Inmaculado Corazón de María (Plaza Dr.Robert, 3) después de la celebración de la misa y procesión solemne desde la parroquia de San Félix.
400 fieles apuntados en turnos
La iniciativa, impulsada por D. Oriol Pallàs, rector del Inmaculado Corazón de María, cuenta con el apoyo de unos 400 fieles de toda edad y condición que se han comprometido a cubrir semanalmente todos los turnos de adoración.
El objetivo es que el Santísimo Sacramento pueda ser adorado las 24 horas del día los 365 días del año. “La Iglesia siempre abierta —explica D. Oriol Pallàs— permite que cualquier persona, gracias a la generosidad y servicio de los que se han comprometido a cubrir un turno, pueda estar con el Señor cuando quiera y el tiempo que quiera”.
"El amor nos hace parecernos a Él"
Y añade: “Estamos convencidos, junto con la Iglesia, que al contemplar al Señor en la Eucaristía nos vamos transfigurando en aquel a quien miramos, escuchamos y amamos. El amor nos hace parecernos a Él”.
“Como católicos —apunta el rector del Inmaculado Corazón—, creemos que la presencia eucarística de Cristo empieza en el momento de la consagración, y dura mientras subsiste las especies eucarísticas”.
El sacerdote Oriol Pallàs es el párroco de esta iglesia y principal impulsor de esta iniciativa
Un sueño cumplido en la parroquia
Al mismo tiempo, recuerda D. Oriol Pallàs, “amando con ‘el amor que no es amado’, reparamos el mal y el pecado del mundo e intercedemos con Cristo por toda la humanidad ante el Padre”.
Desde hace ya unos cuantos años la iglesia del Inmaculado Corazón de María, en el corazón de Sabadell, contaba con adoración eucarística diurna, que la ha convertido en centro privilegiado de espiritualidad y de oración para la diócesis.
Ahora esta parroquia emprende un nuevo reto, la adoración perpetua, ininterrumpida y en silencio, en la misma línea que otras capillas y centros de culto que a Cataluña han apostado decididamente en los últimos años, con muchos buenos frutos, por el impulso de la devoción eucarística. “La adoración perpetua —acaba afirmando D. Oriol Pallàs— es una respuesta a los retos actuales: a la llamada constante a la conversión que hace el papa Francisco, que pide renovar en el corazón de los fieles el amor a la eucaristía, que es amor a Cristo”.