Para ser exactos, según explica el vicario general, Antonio Rodríguez Basanta, en La Voz de Galicia, son 109 (incluyendo los "prestados" de otras diócesis), para 422 iglesias.
Lo peculiar de Mondoñedo, que atiende a 290.000 católicos, es que hasta ahora la diócesis ha conseguido que haya misa dominical en cada parroquia con regularidad, aunque sea sólo una vez al mes, mientras que en muchas otras diócesis ya se asumió que haya parroquias sin misa en casi todo el año.
En Mondoñedo hay sacerdotes que atienden diez parroquias cada uno, en las zonas montañosas y despobladas. Y ya se avisa que en apenas 5 años esto no se podrá mantener.
El nuevo obispo de Mondoñedo con los seminaristas menores de la diócesis
Solo hay un seminarista mayor (aunque 9 chicos estudian en su seminario menor), y sólo se cuenta con un cura veinteañero. Cuando hablan de "curas jóvenes" se refieren a sacerdotes de 60 años. En Vilalba, don Uxío García Amor, muy querido por sus parroquianos, sigue activo a sus 89 años.
El nuevo obispo de Mondoñedo, Luis Ángel de las Heras, bendice el nuevo pórtico de la iglesia de Cubelas, en el municipio de Ribadeo
El diario gallego recoge un ejemplo de la concentración de cargos que implica la situación: don Félix Villares Mouteira es canciller de la curia, canónigo catedralicio, director de los archivos, editor del boletín diocesano y párroco de tres parroquias en la Terra Chá. También es un caso de clericalización: algunas de esas funciones perfectamente podría realizarlas un laico.
Con obispo nuevo y una estructura insostenible, la reorganización llegará pronto, aunque sea por la vía de los hechos consumados.