Los voluntarios de Manos Unidas (www.manosunidas.org), dedicada a ayudar a los más necesitados en todo el mundo, han pasado de 3.500 en España en 2009 a tener más de 5.000 en 2015. Con su trabajo, estas personas han conseguido recaudar fondos que han permitido realizar numerosos programas de ayuda en los países más pobres pero sobre todo han hecho visible la pobreza que existe y han concienciado sobre ella a cientos de miles de personas.
Los voluntarios de Manos Unidas trabajan en las 71 delegaciones que hay en España principalmente en tres ámbitos: la realización de actividades solidarias con el fin de recaudar fondos para proyectos de desarrollo en los países del Sur (más de 1.400 proyectos en 60 países durante 2016); la sensibilización de la sociedad española ante el problema del hambre en el mundo y sus causas; y la participación en el funcionamiento diario de la Organización, lo que incluye responsabilidades técnicas y organizativas a todos los niveles.
La presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo, también voluntaria, ve en la generosidad de los voluntarios “un ejemplo frente al desánimo o el derrotismo”, así como una forma de participación “imprescindible en una época en la que cada vez es más necesario tomar partido, implicarse y comprometerse en la búsqueda de soluciones colectivas a problemas que son globales”.
Más del 97% de las personas que conforman Manos Unidas son voluntarias
Y si esta organización intenta hacer un mundo mejor, Cáritas Española (www.caritas.es) es el gran ejemplo de la implicación contra los efectos de la crisis económica y social. Esta organización de la Iglesia no para de crecer y si al inicio de la crisis en 2007 tenía algo más de 56.000 voluntarios en 2015 superaba ya los 84.000, es decir, el número de personas que dedica su tiempo a ayudar a los demás a través de Cáritas ha crecido un 50% en estos años.
Cáritas Española es una red que coordina a más de 6.000 Cáritas parroquiales (en España hay 22.000 parroquias, pero muchas son pequeñas y rurales y no tienen una Cáritas organizada oficialmente). No parece que haya en España ninguna otra entidad con tantas "sucursales" locales para atender a la gente.
Durante la presentación de la memoria anual, el obispo responsable de Cáritas, Atilano Rodríguez, dijo que estos datos tiene un lado positivo, puesto que supone que hay "muchos que acogen y acompañan a los que sufren", pero también un lado negativo, y es que "siguen existiendo muchos" que necesitan ayuda.
Esta labor callada de la Iglesia y realizada a través de tantos miles de católicos fue reconocida recientemente por el propio Rey Felipe VI, que quiso hacer una mención especial a este asunto durante su discurso en la Conferencia Episcopal Española.
El actual Rey y el resto de la Familia Real siempre ha tenido una especial atención con Cáritas
El jefe del Estado afirmó que "los españoles debemos reconocer y agradecer a la Iglesia la intensa labor asistencial que desarrolla, el ejercicio de solidaridad que realiza y proyecta y que contribuye también la cohesión de una sociedad que, más allá de las creencias de individuos o grupos, ha de tender a vivir en paz procurando eliminar aquellas desigualdades que generan exclusión".
Y concretamente citó a "instituciones como Cáritas o Manos Unidas, los centros sanitarios; o los dedicados a la formación y cultura; los centros para promover el trabajo o para mitigar la pobreza; los de atención a inmigrantes o de rehabilitación de drogodependientes; los de tutela de la infancia o los de promoción de la mujer y las víctimas de la violencia… En definitiva, todas las organizaciones eclesiales de acción social y caritativa han conseguido que más de cuatro millones de personas que residen en nuestro país y fuera de nuestras fronteras hayan podido beneficiarse de su labor y de los proyectos que desarrollan".