Corrección política, libertades en peligro. Ese es el lema y el tema del 23r Congreso Católicos y Vida Pública que tendrá lugar del 12 al 14 de noviembre, convocado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Universidad San Pablo CEU.
Corrección política es el concepto en español que en inglés ya está siendo traducido por 'woke' o ideología woke: implica 'cancelar', es decir, censurar y acallar lo incómodo, y para el poder actual en Occidente, el discurso cristiano, provida, profamilia o simplemente conservador es muy incómodo y debe ser acallado.
Serán ponentes personalidades como el arzobispo de Los Ángeles (EEUU), José Gómez; el eurodiputado polaco Ryszard Legutko (autor de Los demonios de la democracia), la ex-política española María San Gil, el historiador de la cultura Rémi Brague y el dramaturgo Albert Boadella.
ReL ha hablado de este congreso, su lema y el contexto en el que llega con Rafael Sánchez Saus, director del Congreso, catedrático de Historia Medieval y columnista al que citamos con frecuencia (aquí).
- Hablemos del Católicos y Vida Pública de noviembre de 2021
- El tema es 'Corrección política, libertades en peligro'. Se refiere a la ideología de género y otras ideologías cercanas que quieren erosionar los valores cristianos de nuestra cultura. Buscan una verdadera redefinición de lo que nuestra cultura ha considerado bueno durante siglos. Implica desmantelar, por ejemplo, la familia, y, por supuesto, la visión cristiana de la sociedad.
Corrección política, libertades en peligro, lema del Católicos y Vida Pública de noviembre 2021
- El lema advierte sobre 'libertades en peligro'...
- Cuando la ideología de género y la corrección política llegan a las leyes, desde ellas castigan a quien se les oponga. Estas restricciones afectan a la libertad de expresión, a la de conciencia y a la libertad de evangelizar de la Iglesia. Ya lo hemos visto en Estados Unidos y empieza a verse en Europa y España.
- Pero en España, según las leyes y la Constitución, hay mucha libertad de expresión...
- Las restricciones van a ser progresivas y no siempre desde la ley. Primero se consagrarán unos valores con la censura a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Muchos tenemos amigos a los que Facebook y Twitter les han bloqueado por criticar la ideología de género. Después, los jóvenes se acostumbrarán a que quiten la libertad de expresión a muchos.
»En 2020, antes del confinamiento, en un curso, consulté a mis alumnos y vi que les parecía muy bien que investigadores universitarios tuvieran prohibido o muy limitado su derecho a criticar, por ejemplo, el matrimonio homosexual o el aborto. Después de las restricciones en los medios, las redes y la academia, llegan las leyes. Se podría multar a alguien por criticar la ideología homosexualista, por ejemplo. Y, por supuesto, hay también represalias y restricciones en el ámbito profesional.
- ¿Qué ponentes desarrollarán estos temas en el Congreso?
- En la presentación del Congreso participará José Gómez, arzobispo de Los Ángeles, con la autoridad de venir de EEUU, país pionero en corrección política. Una peculiaridad que ya se da allí es que los políticos poderosos no se limitan a ignorar lo que enseña la Iglesia, sino que tratan de obligar a la Iglesia a cambiar su doctrina, cambiar lo que significa ser un buen católico.
Sánchez Saus presenta el Católicos y Vida Pública de noviembre de 2021
- ¿Más ponentes en este Congreso?
- Estará el eurodiputado polaco Ryszard Legutko, autor de Los demonios de la democracia, que participó en los inicios del sindicato Solidaridad. También el historiador francés Rémi Brague, que explicará cómo esta corrección afecta al mundo académico y universitario. María San Gil [con cargos importantes en el PP vasco de 1991 a 2008] hablará sobre la realidad española. En el acto de clausura, Bieito Rubido [director del diario ABC de 2010 a 2020] hablará sobre esta corrección política en los medios de comunicación.
- Los congresos Católicos y Vida Pública cuentan también con talleres o grupos más pequeños...
- Sí, en esta edición hablarán de como afecta la corrección política en el aprecio de la Historia (temas de la llamada memoria democrática o histórica), como afecta en redes sociales, en la empresa, en el mundo laboral -donde hay una ofensiva tremenda-, en las artes plásticas... Y en el acto cultural el famoso dramaturgo Albert Boadella ha aceptado con entusiasmo hablar de como afecta la corrección política a la libertad de creación en las artes escénicas.
- El Congreso pasado, de noviembre de 2020, fue especial, casi todo él on line debido al coronavirus...
- Pese a las condiciones, creemos que logró un fuerte impacto, a través de los ponentes, las redes, el Manifiesto que impulsamos y con las Actas del Congreso [consultar aquí]. El tema fue la defensa de la vida humana. Una de las intervenciones que más gustaron fue la conferencia del doctor Martínez-Sellés, del Colegio de Médicos de Madrid, sobre la dignidad de la vida, también en los enfermos graves, y sobre los peligros de la eutanasia. El CEU, la ACdP, el Colegio de Médicos de Madrid y otros colegios profesionales han colaborado después en la movilización para concienciar sobre la eutanasia y los daños que causa. También hemos impulsado la campaña de vídeos y testimonios Vividores, dirigida por Jaume Vives, con mucha difusión.
Martínez-Sellés a su paso por el Católicos y Vida Pública de noviembre de 2020
- Hablaba del Manifiesto del Congreso, pero la gente no lee mucho los manifiestos...
- Este manifiesto lo enviamos a todos los grupos políticos interesados en el tema de la eutanasia y la vida, a los parlamentos autonómicos y a reuniones con senadores y diputados interesados. Vox ha presentado ahora un recurso de inconstitucionalidad contra la eutanasia que se enmarca en este impulso, en el que participan muchos interesados.
- Parte del encanto de los Congresos Católicos y Vida Pública son los pasillos, lo presencial, y las preguntas libres y atrevidas desde el público a los ponentes. Pero el formato online limitó mucho eso...
- En el contacto humano, presencial, surgen amistades e iniciativas creativas. Pero hicimos un esfuerzo tecnológico y crecieron mucho las visitas y presencia en redes sociales e Internet, y más presencia hispanoamericana. Hubo 400 inscritos en sus 8 talleres y los coordinadores quedaron satisfechos por su creatividad y dinamismo. En las Actas que presentamos ahora el lector puede repasar esa frescura participativa.
- La eutanasia, el matar enfermos legalmente, no es un tema más, ni un detalle del año pasado... ¿no es esto un cambio de civilización?
- Es parte del termómetro con el que medimos la desvalorización de la vida humana. Hace 30 años, incluso 10, toda la sociedad se habría opuesto, también la izquierda. El Partido Comunista de Portugal votó contra ella hace poco. Cualquier sociedad sabía que tenía sus límites, y que era un deber cuidar a los enfermos, no aceptar su eliminación. Vendrán aún más leyes para despreciar más la dimensión sagrada de la vida. Por mi parte, siempre pensé que las personas enfermas y sufrientes suscitan a su alrededor amor, cuidado, algo sagrado y poderoso.
- ¿Qué pueden hacer las universidades católicos respecto a la eutanasia?
- Tendrán que formar éticamente a sus alumnos al respecto. Pero yo he sido rector de una universidad católica y quiero dejar claro que una universidad no puede hacer lo que quiera. Por desgracia, los profesores vemos que los jóvenes parecen dar por supuesto que cualquier cosa es buena, simplemente, porque está legalizada. Cuesta explicar a los alumnos que hay cosas legales pero perversas. Cuando algo se legaliza, la población en poco tiempo lo asume como normal. Y las universidades católicas en España, y más en ciertas regiones, se ven restringidas por un sistema público que defiende sus privilegios, con autoridades que buscan torpedearlas en lo grande y lo pequeño.
- ¿Cómo ve el asociacionismo de los católicos? No hay asociación de médicos católicos, pero tampoco de Historiadores Católicos, que yo sepa...
- Es una consecuencia de la época en que la Iglesia no quiso partidos católicos. Ahora ya es difícil crear asociaciones de tipo profesional. Eso significaría, para muchos, apuntarse a un gueto. Una Asociación de Historiadores Católicos sospecho que tendría poco éxito. Muchos compañeros católicos considerarían que les cerraría puertas y no se apuntarían. No parece buen momento para las asociaciones de profesionales católicos, aunque, por el contrario, las ONGs católicas sí funcionan muy bien.