El escritor acaba de publicar su nueva novela, Mirlo blanco, cisne negro, editado por Espasa, en la que trata la relación complicada maestro-discípulo entre dos escritores. Y por este motivo De Prada ha sido entrevistado por eldiario.es, dirigido por Ignacio Escolar, donde ha hablado del libro pero también de su fe y del nuevo puritanismo que lo impregna todo.
Preguntado directamente si es de derechas, Juan Manuel de Prada contesta de manera contundente asegurando que “esto no podría ser porque mi pensamiento es cristiano. Soy profundamente antiliberal. Soy antimoderno. Soy cristiano: progresista en lo social y reaccionario en lo moral”.
Ser así, cuenta, “me ha llevado a tener amistad con gente de izquierda marxista, una izquierda que en algunos aspectos no me identifico pero en otros sí”. Y recuerda que los ataques más furibundos le han llegado de periodistas como Jimenez Losantos o Hermann Tertsch. “La imagen que se proyecta de uno no siempre es verdadera. Y con eso no te quiero decir que yo sea una hermanita de la caridad”.
Acerca de su fe, Juan Manuel de Prada indica que “fui un niño muy creyente que en la adolescencia se distanció de la Iglesia. Hay momentos en los que descubres contradicciones muy fuertes: hay cosas extraordinarias y gente que se entrega pero también te encuentras con gentuza”.
Mirlo blanco, cisne negro es su última novela
Preguntándose él mismo cuáles son las razones para creer, De Prada afirma que “por mucho que se diga, la fe es razonable pero no racional. Creo que sí hay indicios para creer en Dios: no creo que la vocación de belleza, de crearla o de conmovernos ante ella, pueda explicarse químicamente. Además, ¿qué cantidad de casualidades tienen que darse para que se produzcan las circunstancias donde aparezca la vida humana?”.
Por otro lado, el también columnista alerta de “un nuevo puritanismo” que sustituye al religioso y que “consiste en convertir determinadas visiones de la realidad en un dogma de fe, de tal manera que las bromas solo las puedes hace de seres indeterminados. Así que si la haces de una señora que es tonta, eres misógino; de un homosexual que es un hijo de puta, eres un homófobo; o de un negro que es un capullo integral, eres racista. No, oiga: no hago una broma porque sea mujer, homosexual o negro, sino porque es idiota”.
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