El párroco ya habló de la necesidad de un acto desagravio desde el mismo momento en el que descubrió cómo un grupo de personas aún sin identificar entro en el templo parroquial provocando destrozos, robando distintos ornamentos y sobre todo profanasen el Sagrario llevándose Sagradas Formas consagradas.
Concretamente, los asaltantes se llevaron un copón del que previamente arrojaron al suelo las hostias consagradas mientras que por otro lado sustrajeron un virial y una pequeña custodia que también estaban en el Sagrario y que sí tenían formas grandes igualmente consagradas.
Se espera una asistencia masiva a esta misa de reparación pues este suceso ha causado gran conmoción en esta localidad toledana en la que existe una gran religiosidad.
Además de por la profanación, los vecinos están conmocionados por los destrozos provocados en las valiosas tallas de Jesús, la Virgen y de distintos santos para los que existe una importante devoción popular.
Iglesia parroquia del Santa María de la Asunción de Ocaña
Afectado por lo ocurrido, el arzobispo de Toledo indicó que "a los que roban les importa muy poco, pero son nuestras iglesias, nuestras imágenes y sobre todo el Santísimo Sacramento. No se si es que hay una cierta insensibilidad, entiendo que a los que han hecho el robo se les pueda pedir responsabilidades pero no van a entender nuestros argumentos".
Mientras tanto, el párroco don Eusebio López está recuperándose del shock que sufrió al percatarse no tanto del robo sino de la profanación. “Estoy abatido”, declaró a Religión en Libertad tras producirse los hechos. Ahora considera que toca reparar el daño realizado en una misa a la que acudirán cientos de personas.