Siete de cada diez van a América. Sólo en Perú, por ejemplo, hay más de 800 misioneros españoles. Un 12% sirven en África, un 11% en Europa, un 6% en Asia y menos de un 1% en Oceanía.
Hoy hay más mujeres misioneras que hombres (son el 55%): la mayoría pertenecen a congregaciones religiosas y suponen una valiosísima aportación a las misiones, no sólo como evangelizadoras sino como maestras, enfermeras, promotoras sociales, etc...
Desde 2012 crece el número de laicos misioneros, que ya son casi el 7% de los misioneros españoles.
En la presentación ante la prensa de la campaña de este año, el director de Obras Misionales Pontificias, Anastasio Gil, acudió acompañado de un misionero sacerdote de los Padres Blancos, José María Cantal, y de un matrimonio de enfermeros, con larga experiencia en misiones.
José María Cantal lleva muchos años como misionero en el norte de África, actualmente en Argelia. "Tengo que ir en nombre de mi fe a otra cultura, otra raza, otra religión. Salir de mi zona de confort en nombre de Jesús", explicó.
Acostumbrado a vivir en zonas de hegemonía musulmana, explica que la Iglesia le pide "estar allí para trabajar a favor del encuentro". Su misión consiste en "promover los valores del Evangelio", porque "los discípulos de Jesús estamos para construir puentes y no barreras".
Este sacerdote misionero afirma que "los valores del Evangelio que ha recibido de la Iglesia son un patrimonio de la humanidad, que hacen que el mundo sea mejor".
Desde su misión en el "Santuario de Nuestra Señora de África", en Argel (que recibe unas 100.000 visitas al año, el 99% de musulmanes), el padre Cantal explicó la variedad de motivos que lleva a los musulmanes hasta este santuario: desde la madre que va a encender una vela por su hijo que saldrá en patera, hasta el padre que confiesa no saber cómo recibirá a su hijo al salir de la cárcel.
En la imagen, un misionero español en África negra; ser misionero requiere siempre salir de lo conocido, de la zona donde uno está cómodo y habituado
En la presentación participaron también Juan Carlos y Virginia, un matrimonio de enfermeros misioneros, que han estado sirviendo a la iglesia en Honduras, Guinea, Bolivia y Mozambique y ahora se prepara para ir a Brasil, a la diócesis selvática de Sao Gabriel de Cachoeira junto a otro misionero español, el sacerdote Luis Miguel Modino.
Según explicó Virginia, los ríos serán para ellos las carreteras que les lleven a las comunidades indígenas, 23 etnias y unas 17 lenguas que no les asustan, porque el lenguaje de la caridad es comprensible para todos.
No les faltará el trabajo como enfermeros en un lugar donde "muchos niños siguen muriendo a causa de la diarrea, la desnutrición la tuberculosis o la malaria".
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