El Papa Francisco ha firmado los decretos que reconocen las virtudes heroicas de dos sacerdotes españoles y dos religiosas italianas. La aprobación de las virtudes heroicas y su consiguiente nombramiento como Venerables (por encima del título previo de Siervos de Dios) constituye un paso importante en el proceso de canonización.
Uno de los sacerdotes recién nombrados Siervos de Dios es el padre Luis Zambrano Blanco, sacerdote diocesano español, fundador del Instituto Secular Hogar de Nazaret de Badajoz (hnlaprovidencia.es).
El P. Zambrano nació el 23 de diciembre de 1909 en Fuente del Maestre, un pueblo de Badajoz (España). Entró muy joven en el colegio diocesano de Badajoz, donde ya se encontraba un hermano.Se ordenó sacerdote en junio de 1934 y en 1935 se consagraba María Gragera, pionera e impulsora del Instituto Secular Hogar de Nazaret que él fundó. Ambos tenían claro su objetivo: consagradas que sin salir del mundo servían a Dios y a los pobres y enfermos bajo los tres consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia.
El padre Zambrano pasó su vida al servicio de los más necesitados, especialmente se centró en la educación cristiana para niños, adolescentes y jóvenes y fundó diversas escuelas parroquiales y comedores asociados a ellas. Murió el 14 de febrero de 1983.
El Siervo de Dios Tiburcio Arnáiz Muñoz (www.padrearnaiz.net, 18651926) fue un sacerdote jesuita y misionero itinerante por los pueblos pobres de Málaga. Visitaba las viviendas humildes del Perchel, Trinidad y Capuchinos y apoyaba a la labor social de las Hermanitas de los Pobres y las religiosas filipenses, y de la Casa de Expósitos de Málaga. Con María Isabel González del Valle fundó las Misioneras de las Doctrinas Rurales (www.mdrurales.com). En el Hospital Civil y San Juan de Dios asistía a enfermos terminales.
Predicaba, incansable, por los pueblos más inaccesibles de la provincia. Minadas sus fuerzas, murió en julio de 1926. Al entierro acudieron congregaciones y miles de personas de las más variadas clases sociales.Sus restos reposan en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, y son visitados por muchos malagueños.
Las dos religiosas italianas también nombradas Siervas de Dios son Maria Teresa Spinelli, fundadora de la congregación de las Hermanas Agustinas Siervas de Jesús y María y Maria Costanza Panas religiosa de las Clarisas Capuchinas del monasterio de Fabriano
El siguiente paso sería la declaración como beato, para lo que se necesitaría un milagro atribuido a la intercesión de los ahora venerables, que debe ser reconocido por una comisión de expertos. El beato es venerado en la diócesis, hasta que se declara santo, que es el último paso. Para ello se precisa de otro milagro atribuido a la intercesión del beato.