La Fundación Villacisneros, en colaboración con la Fundación Valores y Sociedad y la Fundación Universitaria CEU, han organizado un ciclo de conferencias en las que alertan de los graves riesgos que comporta la ideología de género.
En una de las mesas redondas organizadas, el abogado Javier Trillo-Figueroa, dijo que para mucha gente todavía hoy la “ideología de género es un fantasma, un invento de la extrema derecha”. Sin embargo, consideró que en realidad es una “ideología política que se está comiendo al propio feminismo” porque “niega la existencia del sexo y asegura que sólo existe el género”.
Respetar a las personas sí; disentir sobre ideologías, también
“Es evidente que para los ideólogos de género existen tantos géneros como orientaciones sexuales pueda sentir cada persona”, explicó el abogado, por lo que el objetivo último es acabar con la diferenciación sexual, y liquidar el sistema heteronormativo asaltando para ello hasta las escuelas”.
Por su parte, María Lacalle, vicerrectora de la Universidad Francisco de Vitoria llamó a “alzar la voz frente a la colonización ideológica” que no distingue entre ideología y persona ni respeta la discrepancia. A su juicio, “la persona es siempre digna de respeto y debe ser acogida en toda su dignidad. Sin embargo, ante ideologías se puede disentir, discrepar y criticar”.
Tal y como recoge ABC, Lacalle se lamentó de la cantidad de leyes y normas que se están aprobando “eliminando cualquier referencia sexual distintiva entre el hombre y la mujer, lo que provoca confusión en los individuos, produce sufrimiento y conduce a la destrucción del sexo, la maternidad, la familia y la sociedad”.
"La biología importa"
Por último, cerró la mesa redonda el médico y profesor universitario Ricardo Abengózar que dejó claro que “la biología importa, desde luego que importa” y a través de una presentación gráfica mostró las “evidencias” diferenciadoras entre el hombre y la mujer.
De este modo, Abengózar señaló que “la ideología de género parte de la hipótesis de que todo es subjetivo y de que la biología es irrelevante. Y de modo acrítico la hemos aceptado para no ir cómodamente a contracorriente” de una tendencia social basada en una falsa corrección política.
Por ello, destacó que “son multitud de bases biológicas las que determinan o condicionan nuestros comportamientos porque todas las células de nuestro organismo, hombre o mujer, son sexuadas”.