“Es como un estallido de júbilo”, describió en su homilía el cardenal, en referencia a la fiesta que se vive hoy “en muchos pueblos en pleno descanso estival”, y que en esta ocasión se celebra dentro del Año de la Misericordia, por lo que “brilla de manera muy especial, precisamente, la Asunción de la que es Madre de la misericordia”.
Evocando la lectura de la misa de hoy del libro del Apocalipsis, el cardenal arzobispo de Valencia defendió que “siguiendo la lección de María, alcanzamos la capacidad creadora para una nueva humanidad para evitar los nuevos dragones que con fuerza propagandística defienden la ideología materialista, que no respeta ni defiende al pobre, donde sólo importa el consumismo y que trata la ideología de género como dominante; sin embargo lo importante es el respeto a la pobreza. Pero no temamos, Dios es más fuerte y triunfa en el amor”.
Ante la imagen de la Dormición de la Virgen, que fue trasladada al inicio de la celebración en procesión hasta el presbiterio, señaló también que en María “tenemos el gran signo de consolación y de la misericordia, de la victoria del amor, de la victoria del bien, de la victoria de Dios; ahí se nos abren las puertas de la gran esperanza”.
“Siempre, a lo largo de la historia, el amor de Dios ha sido más fuerte que el mal, ha vencido al odio, la violencia, el querer eliminar a Dios, y ha triunfado sobre el egoísmo o la libertad omnímoda que sólo piensa en el propio interés sin respeto a la naturaleza, a lo que Dios quiere y ha establecido”, añadió el cardenal Cañizares, según recoge AVAN.
En la eucaristía, en definitiva, celebramos “la victoria de Dios, la participación en esa victoria de la resurrección como la Santísima Virgen María, como Reina de la misericordia en la que vemos el triunfo de la misericordia sobre los poderes del mal. Esta es la gran lección de María, seguir su camino, dar nuestra vida”.
Con el cardenal concelebraron el arzobispo de Maracaibo (Venezuela), monseñor Ubaldo Ramón Santana Sequera, que se encuentra visitando a sacerdotes de su diócesis actualmente en Valencia, y el cabildo de la Catedral. También intervino la Coral catedralicia.