La plaza de Sant Jaume de Barcelona ha acogido por Navidad un nacimiento desde 1940 (salvo en 2020, con el pretexto del covid). Un símbolo del cristianismo que este año se dejará de poner y se sustituirá por una estrella de 20 puntas.
El portal Peticiones Católicas acaba de iniciar una campaña de recogida de firmas para exigirle al Ayuntamiento de la ciudad que reconsidere su postura y le devuelva a los barceloneses una tradición tan antigua y especial como esta.
Puedes firmar para que devuelvan el belén a la plaza Sant Jaume en este enlace.
Al nacimiento le sustituye una estrella de luz de 20 puntas, cada una de cuatro metros de largo, que se llama Origen y ha sido pactada por las dos instituciones que se asoman a la plaza, el Ayuntamiento y la Generalitat.
Origen es "una referencia al planeta y a nuestra realidad como universo", explicó al presentarlo la pasada semana el concejal de Cultura, Xavier Marcé. Nada cristiano, pues, para celebrar el nacimiento de Cristo. El coste será de 145.000 euros.
"Detrás de esta medida hay claramente una intención de borrar todos los símbolos cristianos de la Navidad. Por este motivo, te invito a mostrar tu indignación sumándote a esta campaña. Firma ahora para que tu rechazo se haga notar y para que se restituya el nacimiento en la plaza Sant Jaume. En nuestras manos está hacerles ver que los católicos y la gente de bien también tiene derecho a celebrar sus fiestas, como siempre se ha hecho", dicen desde Peticiones Católicas.
Puedes firmar para que devuelvan el belén a la plaza Sant Jaume en este enlace.
Según el alcalde socialista Collboni se ha decidido no poner un pesebre para evitar "polémicas" de otros años... polémicas generadas al instalar en la plaza representaciones de dudoso gusto o directamente incomprensibles de la Sagrada Familia.
Por su parte, Corrent Social Cristà [Corriente Social Cristiana] en un comunicado difundido este jueves, afirma: "Se da el hecho adicional de que tanto el belén como la Mercè son tradiciones de raíces cristianas, y que mientras él y los suyos suprimen éstas, apoyan y celebran otras manifestaciones alejadas de lo que somos y nos ha hecho. ¿Cómo puede ser nuestro alcalde alguien que actúa así?".
"Se sustituye un símbolo tan arraigado en nuestro país por otro que no plantea dudas sobre el laicismo de la exclusión religiosa y cultural del gobierno municipal minoritario (...)". "El belén es un elemento principal de la Navidad que galvaniza el sentimiento comunitario y de pertenencia, más allá de su componente religioso. El Ayuntamiento lo sustituye por una estrella cósmica con ínfulas elitistas de la globalización cosmopolita de la progresía", comenta CSC.
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