Monseñor Jesús Fernández, obispo auxiliar de Santiago de Compostela y obispo responsable de Cáritas, ha enviado un mensaje de gratitud y reconocimiento a todos los voluntarios y trabajadores de Cáritas por mantener, en medio de esta incertidumbre, su compromiso con las personas más vulnerables. También ha elogiado, en este sentido, el espíritu evangélico que todos demuestran, al poner en momentos de dificultad rostro y manos a una Iglesia pobre y para los pobres que, a la vista del enfermo desvalido, detiene su paso para socorrerlo, curar sus heridas y velar por su recuperación. Y, en nombre de Cáritas Española, ha hecho extensivo también su reconocimiento, al personal sanitario que está en la primera fila de la respuesta a la pandemia, dedicando lo mejor de su dedicación profesional y entrega personal a paliar los efectos en las personas afectadas.
Llamamiento a las Administraciones públicas
Cáritas Española, por su parte, ha llamado a las Administraciones públicas a proteger a las personas en riesgo de exclusión social ante el coronavirus y que sean tenidas en cuenta a la hora de desarrollar planes de choque económicos, laborales y sanitarios. Pues no todo el mundo tiene acceso a una vivienda donde aislarse y protegerse, y no todo el mundo cuenta con los medios necesarios para hacer frente a esta crisis. De ahí la urgencia de dotar de la máxima protección para los colectivos más vulnerables (mayores, inmigrantes, menores tutelados, personas pobres o en riesgo de exclusión social, trabajadores con empleos precarios, etc.) que garanticen su salud y bienestar social.
Cáritas también llama al conjunto de la sociedad a tomar conciencia de que el Covid-19 es un problema de todos, dejar a un lado el individualismo y apelar a la responsabilidad y solidaridad común para frenar los posibles efectos de esta crisis.
Protegerse para proteger
Además, ha tomado una serie de medidas para que el coronavirus no afecte a la labor regular de Cáritas y en la medida de lo posible se prevenga el contagio entre los agentes de Cáritas de forma que pueda seguir prestando su ayuda adecuadamente. Para ello, se ha propuesto facilitar el teletrabajo, promover la flexibilidad horaria o limitar las reuniones de trabajo presenciales por videoconferencias, etc.
Y de cara a los centros de servicio de Cáritas se ha propuesto: evitar la presencia de voluntarios o trabajadores pertenecientes a grupos de riesgo, suspender algunas actividades y evitar colas, aglomeraciones y permanencia prolongada en espacios cerrados, dando prioridad, por ejemplo, al acompañamiento y citas por teléfono ante las presenciales.