Los lectores del diario El País, y de algunos otros, hoy jueves se habrán encontrado con un cuadernillo de 16 páginas de publicidad pagada por la Conferencia Episcopal, que explica la labor social de la Iglesia y cómo se financia la Iglesia en España, para animar a todo el mundo a marcar la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta. (Actualmente ya lo hacen 7,3 millones de declaraciones, un 34% del total, porcentaje similar al de Italia que tiene un sistema parecido).
El cuadernillo, más que completo, se puede leer también aquí en PDF.
El cuadernillo presenta:
- la importancia cultural de las catedrales (con 7,7 millones de visitantes generan 8.000 empleos en España)
- un ejemplo de centro de acogida a refugiados
- un ejemplo de colegio concertado (de las teresianas del mártir San Pedro Poveda)
- un ejemplo de centro para mujeres en situaciones vulnerables (hay 72 centros así en la Iglesia española, que atienden a 26.500 mujeres)
- un ejemplo de centro contra la drogadicción (hay 85 centros así que cada año atienden unas 20.000 personas)
- un ejemplo de centro de economía y empleo social (hay 280 de ellos en la Iglesia española, que ayudan a casi 79.000 personas al año)
- un artículo sobre las inmatriculaciones de inmuebles que proclama: "la Iglesia no se ha apropiado de nada", con foto de la mezquita-catedral de Córdoba ("templo católico desde 1236", recuerda el pie de foto)
- un artículo sobre la pastoral para la población itinerante
- un artículo sobre la divulgación de la financiación eclesial en las redes (recomendando PorTantos.es, Facebook.com/xtantos, @xtantos en Twitter y Xtantos en YouTube)
Pero la pieza más directa es el argumentario en 10 puntos de Fernando Giménez Barriocanal explicando por qué es bueno colaborar marcando la casilla de la equis de la Iglesia en la Declaración de la Renta:
No implica trámites engorrosos. A la hora de hacer la Declaración de la Renta, basta con marcar una X en la casilla de la Iglesia. Y si he recibido el borrador en mi casa, debo comprobar que la casilla aparece marcada. En caso contrario, modificarlo es muy sencillo.
No me van a cobrar más por mi declaración al marcarla ni me van a devolver menos por hacerlo. En definitiva, no me cuesta nada.
y a la actividad que realiza. Con ello, me siento un poco más Iglesia.
Pero si no lo hago, es decir, si la dejo en blanco, dado que voy a pagar lo mismo, será el Estado el que decida por mí sobre esa pequeña cantidad.
5 Con mi gesto y el tuyo demostramos a la sociedad que somos muchos los que Cada año 9 millones de personas asignan a favor de la Iglesia, lo que supone, al día de hoy probablemente, el mayor gesto de adhesión a una institución que se da en nuestro país de manera anual.
Marcando la casilla ayudo a sostener la Iglesia en el desarrollo de todas sus actividades: mantener al clero, el anuncio del Evangelio, la vivencia de la fe y la inmensa labor asistencial que desarrolla en España y en todo el mundo.
7 Marcar la casilla de la Iglesia supone decir claramente “sí” a la libertad religiosa, consagrada en la Constitución española y a su ejercicio pleno y efectivo en una sociedad plural y democráticacomo una de las dimensiones fundamentales de la persona, tal y como lo proclama el artículo 16 de nuestra Constitución.
Una decisión que no perjudica a nadie y que es plenamente compatible con otras opciones. En la actualidad, se pueden marcar simultáneamente las casillas de la Iglesia católica y de otros fines de interés social. Excepto en País Vasco y Navarra. Más información en www.portantos.es
Puedo conocer cada año, a través de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia, en qué emplea sus recursos. Las cifras sobre la actividad celebrativa, evangelizadora, educativa, en defensa del patrimonio cultural e histórico artístico o la inmensa actividad asistencial, demuestran año a año el enorme servicio que prestan las instituciones de la Iglesia en nuestro país.
10 Por eso, española, especialmente con los más necesitados. En los últimos años, las instituciones de la Iglesia han jugado un papel fundamental para paliar los efectos de la grave crisis económica sufrida.