“¿A dónde nos llevan? ¿Qué nos pasa? ¿Qué está pasando en España que parece que se ha vuelto en contra de la vida y ha perdido la razón?”, pregunta casi implorando el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, ante la deriva de leyes antivida, la última esta semana con la aprobación por parte del Gobierno de la nueva ley del aborto.
“Hago y me hago esta pregunta porque no se entiende que se hayan producido en estos últimos años tantas disposiciones legales en contra de la vida como son la ley de eutanasia, o en favor del aborto”, afirma el purpurado en una dura carta pastoral.
El cardenal Cañizares recuerda la eutanasia, pero también la persecución con penas de cárcel a los rescatadores y a los que rezan junto a los abortorios, sin olvidar la nueva norma que pretende permitir a las menores de 16 y 17 años abortar sin conocimiento ni permiso de sus padres.
En su opinión, "todo son disposiciones antivida y difusión e inocuación de una cultura de muerte. Esto es lo que viene haciendo el actual Gobierno y el Parlamento al refrendar, en su caso, disposiciones tan inicuas e injustas en contra de la vida, en contra del hombre”.
“Preocupa sobremanera que España esté en tales manos provocadoras de una cultura de muerte”, dice el cardenal; pero también ve de extrema gravedad que “se legitime la destrucción de vidas de seres humanos no nacidos con presuntas deficiencias o malformaciones como si no se tratase de verdaderos seres humanos”.
El arzobispo denuncia igualmente en su carta la “frivolidad y superficialidad” con la que sin base científica alguna se habla de “cuándo estamos objetiva y realmente ante un ser humano”, ni que se tenga en cuenta de que “el nasciturus es un bien jurídico a proteger”.
"¿Nos quedamos parados?"
“Llamo la atención sobre un hecho curioso al menos: en junio de 2021, el mismo día que en España se aprobaba la ley de eutanasia, se aprobó en el Parlamento Europeo el informe Matic, que reclamaba que el aborto fuera reconocido como un derecho de la mujer, con lo que ello implica: debe procurársele siempre que lo pida y no debe en ningún caso obstruirse el proceso abortivo incluyendo la objeción de conciencia como un obstáculo más. Posteriormente, poco después, se pronunciaba el presidente Macron con una barbaridad que intentaba incluir la defensa del aborto como un derecho fundamental en la Carta de derechos fundamentales de Europa. Y no olvidemos declaraciones en el mismo sentido de la ONU, del Nuevo Orden Mundial que la rige”, añade el cardenal Cañizares.
Para acabar, el arzobispo lanza una dura afirmación: “nos están llevando a la ruina, al abismo, ¿y no se reacciona? Una cultura antivida o de muerte y una educación que no piensa en los fines de la educación, en el hombre: ¿a dónde nos conduce? Al abismo de la nada, a la destrucción, ¿y nos quedamos parados?