"No me gusta mucho salir en la prensa”, confiesa tímido Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp (Sevilla, 1973). “Hago muchas otras cosas además de casar a gente conocida. Soy un párroco de un barrio muy humilde donde atendemos a 676 familias, con guardería y residencia de ancianos para personas en situación de precariedad económica. No tomo café con marquesas todos los días”.
Sánchez-Dalp o El Curita, como le apodan en su círculo íntimo, fue el confesor y amigo de Cayetana Alba, quien la casó con Alfonso Díez, y el mismo que celebró el funeral de la duquesa.
Pero han sido muchas (y notables) las ocasiones en las que este párroco ha sido objetivo de la prensa. Ha oficiado las bodas de Eva González y Cayetano Rivera, la de Inés Domecq con Javier Martínez de Irujo, la de Cayetano con Genoveva Casanova, la de Tita Astolfi con Gigi Sarasola, o la de toreros como El Litri con Carolina Herrera.
“Yo solo caso a mis amigos y a aquellos con quienes tengo relación familiar. No soy un catering. Me llaman muchas personas, pero si no los conozco, no lo hago”, asegura.
Décimo de doce hermanos, Sánchez-Dalp nació en “una familia aristocrática, donde nos criamos entre gente conocida”, como él mismo afirma.
Es el bisnieto del primer marqués de Aracena e hijo del médico sevillano Jiménez Orta y de Manuela Sánchez-Dalp, y sobrino de Pepita Sánchez-Dalp de Leguina, marquesa de Saltillo e íntima amiga de la fallecida duquesa de Alba.
A pesar de sus contactos en la nobleza, en Sevilla es conocido como el cura de los más necesitados.
Abandonó tercero de Derecho para ingresar en el seminario, lleva 16 años ejerciendo como sacerdote y tras pasar por varios pueblos sevillanos ahora es titular en la iglesia de Santa María de las Flores, en el barrio de Pío XII de Sevilla. “Ser cura es lo mejor que me ha pasado en la vida. Cuido de muchas personas todos los días, pero esos no salen en la prensa”.
Ignacio hizo el paseíllo el pasado 6 de noviembre para llegar a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en Mairena del Alcor. “Eva González y Cayetano Rivera se emocionaron durante la ceremonia. Mucho. Creo que lo mejor de su boda fue la misa”.
“Casé a Cayetano Martínez de Irujo (15 de octubre de 2005) con Genoveva Casanova no por casualidad, sino porque es mi amigo. Su madre estaba vinculada a mi familia incluso antes de que yo naciera, en la época de mis abuelos”.
Sobre otra boda, la de Cayetana y Alfonso Díez: ”Ha sido quizá la unión más emocionante (5 de octubre de 2011). Cayetana Alba bajó prontísimo, yo no tenía preparada la misa. Le dije que debía bajar después de que llegara Alfonso Díez. Ella contestó: “No, yo ya me quedo aquí, esperando...”.