Salvador Giménez Valls llegó de Menorca al obispado de Lérida, como sus dos antecesores Francesc Xavier Ciuraneta y Joan Piris, y lleva dos meses aclimatándose a la ciudad de la niebla en invierno.

Su mayor preocupación es la falta de seminaristas en la diócesis de Ponent, muy mediática por su disputa con el Obispado de Barbastro Monzón por 113 obras de arte.

Sobre las nulidades matrimoniales que el Papa quiere facilitar, el nuevo responsable leridano desgrana algunas de las razones indiscutibles. Por ejemplo, quien demuestre que su pareja no quiere tener hijos podrá obtener la nulidad eclesiástica.


- Responder sería muy pretencioso de mi parte porque en dos meses poco puedo decir aún, y si opinara en profundidad sería un insensato. En general como toda la sociedad española, Menorca y Cataluña están un poco secularizadas pero hay muchas ganas por parte de muchos sacerdotes de continuar la evangelización.

- No tenemos ninguno. Les he dicho a todos los sacerdotes que tenemos la obligación de trabajar en ese sentido. A ellos les pido autenticidad y que muestren que son felices en su trabajo, a los padres cristianos les pediría que tuvieran sensibilidad para acompañar a los hijos que se lo planteen y a todos los demás que recen para que tengamos un día más seminaristas, más personas que quieran ofrecer su vida al ministerio de la Iglesia.

- No es que se opongan. Pero todo padre buscan seguridad para sus hijos y cuando un chaval de 15 años le dice a que quiere ir al seminario, éste le suele contestar que tenga calma, que estudie una carrera y que se lo vuelva a plantear después. Si ese chico de 15 o 16 años no es acompañado por alguien, seguramente ya no se lo volverá a plantear. El Señor saca vocaciones de donde quiere, así que yo les pido a los padres cristianos que cambien de mentalidad si surge la vocación en sus hijos, porque quizás muchos no la tengan. También hay muchos padres que se alegrarán muchísimo, como les pasó a los míos.

- Quiero que sean felices en la brega diaria, cuando tienen que atender a las personas. Por ejemplo, a veces se molestan porque la gente que va a la iglesia en bodas o bautizos no se toma en serio la ceremonia y ahí se produce un poco de insatisfacción. Y a veces respondemos de forma airada en algunas cuestiones de la vida diaria.

- Aquí es gratuita para mucha gente. La semana que viene hay una reunión de todos los vicarios judiciales de Cataluña para que tengamos unos criterios muy semejantes. Las tasas de los obispados son pequeñas y a quien dice que no tiene dinero no se le cobra. El Papa pide que incluso eso se recorte. Y es lo que estamos estudiando, para que en todos los obispados actuemos de la misma manera y no que haya unos muy buenos y otros muy peseteros.


- Este año nueve y hay ocho sentencias favorables, porque una no se admitió. Cuando una persona viene a pedirlo, si el juez que lo escucha ve que no tiene posibilidades ya recomienda que no se pida. En 2014 hubo cuatro.


- No se acepta que al cabo de ocho o 25 años de matrimonio uno de los cónyuges se enamore de otra persona y la pida. Son casos claros el de un sacerdote que se casa sin pedir la secularización a Roma o el de una persona que no le haya dicho nunca a su pareja que tuvo un problema mental y estuvo tratándose con un psiquiatra o incluso ingresado en un centro hospitalario. Igual que tiene derecho a la nulidad quien demuestra que su pareja -su marido o su esposa- no quiere de ninguna manera tener hijos y no los acepta.


- Claro. Las finalidades del matrimonio cristiano son dos: el amor de esposo y esposa y la vida, es decir, el nacimiento de hijos. Los curas lo dicen en todos los expedientes matrimoniales a las parejas cuando van a casarse. Yo cuando era cura lo preguntaba y advertía que si no querían tener hijos no podía casarlos por la Iglesia. Eso está claro.

- El conflicto está igual y supongo que por mucho tiempo. A mí lo que me gustaría es que se solucionara con el diálogo y la paz y no sé cómo hay que solucionarlo, tengo que decirlo con claridad. Creo que la responsabilidad no está solo en los dos obispos sino en más personas. Se han hecho muchas reuniones hasta 2008 o 2009 y se ha intentado llegar a acuerdos.


- Exacto.


- De San Francisco de Asís por el talante que tiene, de Santo Tomás de Aquino por el estudio que manifiesta -a mí siempre me han gustado los libros- y también de San Vicente de Paúl y Santa Teresa de Calcuta por la dedicación a los pobres y por ser una mujer de nuestro siglo.


- Estudios sobre Lleida, La escuela católica de Javier Cortés que ha salido hace dos meses, textos de un cura de aquí, Jesús Arnal, que fue secretario de Durruti... Y siempre tengo algo de José Jiménez Lozano, un escritor que me gusta mucho del que procuro leer todo lo que va publicando, además de los libros propios de espiritualidad.


- Solo cuando voy en el coche. Suelo poner siempre la Radio Nacional clásica, en música moderna creo que me quedé en los Beatles. Después de ellos ya no sé yo qué se escucha por ahí. Mi sobrino me informa, pero me dice tantos nombres que me despista.

- Es una casualidad... Vino Ciuraneta de Menorca a Lleida, vino Piris y he venido yo. Aunque, en broma y de broma, digo que a quien nombran en Menorca que su próximo destino puede ser Lleida.

- Nosotros, los obispos y los sacerdotes, debemos manifestar siempre la comunión entre unos y otros. Y como en todas partes hay ideas encontradas, que no todo el mundo acepta, a mí me parece que el silencio es lo mejor. Eso y pedirle a Dios que ayude a los que tengan que hablar y que acierten los que tengan que disponer.