Desde este lunes 1 de abril y hasta el próximo viernes se celebra la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, y que según ha dejado entrever el cardenal Blázquez, presidente de la CEE, durante su discurso inaugural tratará temas como las inminentes elecciones en España, la reciente cumbre anti-abusos que se celebró en el Vaticano, así como la respuesta necesaria ante la escasez de vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa.
El arzobispo de Valladolid dedicó uno de los puntos de su intervención ante el resto de obispos recordando que el próximo 28 de abril los españoles están llamados a las urnas para las elecciones generales, y poco menos de un mes después, el 26 de mayo, acudirán de nuevo a votar en las elecciones europeas, locales y autonómicas.
"Un servicio necesario"
Por ello, el purpurado recordó que “la dedicación a la política es un servicio necesario y digno al bien común. Esperamos que los que trabajan de esta forma por la sociedad respondan lealmente a la encomienda que los ciudadanos les confían”.
Refiriéndose a los políticos, Ricardo Blázquez indicó que “la honradez los acredita y ennoblece; la corrupción, en cambio, los degrada y envilece. Necesitamos la ejemplaridad de quienes presiden las instituciones para fortalecer la moralidad en la sociedad”.
Cuatro aspectos a tener en cuenta
Como presidente de la Conferencia Episcopal Española quiso recordar a los católicos algunas “consideraciones particulares” a la hora de ejercer su voto. Hablo de 4:
1- “La defensa de la vida humana desde el amanecer hasta el ocaso, desde la concepción hasta el fin natural; ya que en todo su recorrido y en todas las circunstancias está en juego la dignidad de personas”.
2- “El cuidado y promoción de la familia, que es auténtico pilar de la sociedad, decisiva para la educación de los hijos, apoyo en la enfermedad, ayuda en las crisis individuales y sociales, equilibrio de las personas y estabilidad de la sociedad”.
3- “El trabajo, subrayo ahora especialmente el de los jóvenes, es necesario para realizarse personalmente, ganarse el pan cada día, ser reconocido en su dignidad personal y para construir una familia”.
4- “Reclamemos respeto a los derechos humanos, y nos exijamos la correspondiente obligación, sin discriminación ‘alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social’. El camino es la justicia y la paz, la libertad y la concordia. Los derechos y los correspondientes deberes constituyen una unidad armoniosa dentro de la cual ninguno debe separarse de los demás”.
Una vez resumido estos puntos, el presidente de los obispos españoles indicó que desea que “en estos acontecimientos, tan importantes y decisivos para la vida en sociedad, brillen tanto la claridad en las propuestas como el respeto en las formas de comunicación. Los insultos no son argumentos; más bien, la descalificación de las personas es indicio de razones débiles. Los ciudadanos tienen derecho y obligación de conocer y sopesar los programas electorales. La manipulación de la verdad y la desinformación intencionada son particularmente dañinas en periodos electorales, ya que las consecuencias pueden ser graves y de largo alcance.
“La papeleta que depositamos en la urna contiene nuestras legítimas expectativas y expresa nuestra responsabilidad”, concluyó.