El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha hecho un llamamiento este lunes ante la patrona de la capital, la Virgen de la Almudena, para que nadie sea descartado, como los ancianos, "siempre aburridos porque nadie cuenta con ellos", mientras que ha instado a los jóvenes a soñar y a no envejecer antes de tiempo.
En la misa presidida en la Plaza Mayor, la segunda de Osoro como arzobispo de Madrid, ha apoyado las palabras de la alcaldesa, Manuela Carmena, que en el Voto de la Villa (ver abajo el vídeo) ha asumido el compromiso de construir la "cultura del encuentro". "Hay que ver a los demás como hermanos, sean quienes sean", ha señalado Osoro.
El arzobispo ha argumentado que, al pensar diferente, lo que hay que hacer es darse "la mano para hacer el bien" y no tirar la piedra. En su homilía ha destacado que con la Virgen María "entró el rostro de la esperanza, que no es el del optimismo", y que "comienza a haber esperanza cuando nadie queda descartado".
"Ella nos trajo la cultura del encuentro. Quiere que todos nos encontremos como hermanos, sin descartar a nadie. Todos somos necesarios y todos tienen cabida en este mundo", ha remarcado. Para ello ha invitado a los cristianos a imitar a María y "salir, con obras y con palabras".
La gran protagonista del día, Nuestra Señora de la Almudena, en procesión por una abarrotada Plaza Mayor de Madrid.
Esto le ha llevado a exponer que los niños "no quieren cosas, sino amor, cariño". "¿A cuántos jóvenes hay que hacerles ver que no sean viejos? Que sueñen, que Jesucristo cambia la vida, da juventud y pone el corazón hacia el prójimo", ha destacado.
Tras subrayar el "respeto absoluto a todos los derechos fundamentales", Carlos Osoro ha expuesto que Jesucristo crea la "cultura del encuentro", por la que se debe "contar a los jóvenes que no se dejen robar la esencia de su vida".
En su mensaje contra la exclusión, Osoro ha preguntado "cuánta gente anciana sola hay siempre, aburridos porque nadie cuenta con ellos" y a quienes se puede encontrar en "aparcamientos no por horas sino hasta el final de los días" por ser considerados muchas veces los "descartados".
"No podemos quedarnos en casa, hay que salir a dar y abrir corazones. Salgamos como hizo María, sin buscar el maratón del éxito", ha remachado.