Julio es el mes del apóstol Santiago. El día 25 se celebra la fiesta del patrón de España y son miles las personas que ya peregrinan hacia la capital gallega. Caminando, en bicicleta, a caballo... y también a vela. Cualquier medio de transporte es bueno para conseguirlo.
Hace unos días, precisamente, un centenar de peregrinos participó en la octava edición de "El Camino a vela", que terminó con una caminata hasta la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela.
Recalando en 12 localidades
Esta experiencia comenzó el 6 de junio en el puerto francés de La Rochelle, donde soltaron amarras los 25 veleros con el grupo de peregrinos a bordo de diferentes nacionalidades: franceses, españoles, argentinos y mexicanos.
A lo largo de tres semanas han navegado, en la que ha sido la travesía más larga de sus ocho ediciones, por la costa norte de España, recalando en 12 localidades: Hondarribia, Bermeo y Getxo en Euskadi; Laredo y Santander, en Cantabria, Gijón en Asturias, y Ribadeo, Cedeira, A Coruña, Muxía, Muros, Boiro y Vilagarcía de Arousa, en Galicia.
Los participantes, a lo largo de 24 jornadas repartidas en trece etapas, cubrieron alrededor de 800 millas náuticas hasta alcanzar Vilagarcia de Arousa, puerto final de la navegación a vela. Desde allí, los peregrinos realizaron la ruta de la Traslatio remontando el río Ulla y la última etapa del Camino a pie hasta Santiago.
Con esta modalidad también se puede obtener el diploma oficial de La Compostela que certifica la realización del peregrinaje. Para ello, resulta necesario completar al menos cien millas náuticas y la última etapa caminando.
'El Camino a vela' nació con el objetivo de recuperar la navegación como una de las formas oficiales de peregrinar a Compostela. Así se seguiría la tradición de los más antiguos que lo hicieron por mar navegando por las costas del norte.
Esta experiencia es ya un referente entre las numerosas opciones de hacer el Camino de Santiago. "Es la travesía más fiel al Camino original porque, en sus etapas finales, recorre el mismo trayecto que siguieron los restos del Apóstol", explican desde la organización. "Según la tradición, fueron transportados por los discípulos Teodoro y Atanasio, hasta el final en una barca", añaden.
Puedes ver aquí un vídeo de la edición de este año.
Los peregrinos pueden realizar la travesía con su propio barco, en caso de disponer de él. Los que no tengan tienen la opción de integrarse en alguno de los veleros que conforman la flotilla y que necesite tripulación para hacer el camino.
"El Camino a vela" ha navegado por la Educación Azul, lema de la Travesía 2023, con el objetivo de "acercar el mar a la gente y la gente al mar", visibilizando las profesiones marítimas como salida al empleo, especialmente entre los más jóvenes.