El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, afirmó este viernes ante cerca de mil profesores pertenecientes a los 68 colegios diocesanos, que “es necesario ir contracorriente”, y “hablar de la verdad del hombre, que es Jesucristo”, en estos momentos en que “los movimientos ideológicos emergentes en nuestros días consideran hablar de la verdad como algo peligroso, autoritario y contrario a la libertad de cada uno”.
Durante su saludo en la apertura del nuevo curso académico organizada por la Fundación Colegios Diocesanos-San Vicente Mártir que presidió en el colegio La Salle de Paterna, el purpurado advirtió de que “el proceso educativo está puesto seriamente en peligro en nuestra sociedad, de alguna manera posmoderna”.
Citando palabras de Benedicto XVI, se refirió a la “gran emergencia educativa que vive hoy esta sociedad que ha convertido el relativismo en una especie de dogma”, y aseguró que la crisis educativa “que afecta a buena parte de los países de Occidente, también a España, es más fundamental que la crisis económica y no se resolverá la crisis económica o se resolverá mal si no se resuelve el problema educativo”.
Ante los movimientos ideológicos emergentes que defienden que “toda certeza es síntoma de inmadurez y dogmatismo intolerante, que no hay valores universales que merezcan adhesión incondicional y permanente, ni derechos ni deberes inviolables y fundamentales de todos y para todos”, el arzobispo de Valencia exhortó a los profesores de los colegios diocesanos a “transformar esta realidad, no secundarla”.
“Adelante sin temor, no estáis sólos”
A este respecto, subrayó el cardenal Cañizares ante los profesores que “nuestra escuela existe para ofrecer esa verdad del hombre que es Jesucristo”, y que los niños y jóvenes “vayan creciendo en ella; eso os pido a todos y estoy seguro que os esforzáis en esto, es la salvación de la humanidad y también el futuro inmediato de nuestra sociedad española tan convulsa”, ha agregado.
Al concluir su saludo a los profesores, les alentó a seguir “adelante” en su tarea de “transformar esta realidad, en la que se está jugando el futuro”. “No tengáis miedo en absoluto” porque “no estáis solos, Dios que quiere al hombre, está empeñado en el hombre y nos ayudará en la tarea ante esta emergencia”.