Sin un presupuesto fijo, los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Teis [un barrio costero de Vigo de carácter obrero, en Galicia] atienden en su residencia a 106 internos y dan servicio a una media de 30 usuarios diarios en el albergue.
“Todas las ayudas que nos dan son bien recibidas porque aquí tenemos necesidades de todo tipo”, asegura el director, el hermano Vicente Pérez.
Bajo la premisa de “la providencia nos dará” se enfrentan cada día a ayudar a los que menos tienen.
“Con la crisis aumentaron los enfermos psíquicos sin familia; fueron los primeros en quedar desahuciados y acaban en la calle; llegan hasta nosotros a través de los hospitales y de la Policía”, señala, al tiempo que recalca que ellos están disponibles las 24 horas del día.
Plenamente integrados en el barrio, cada quince días llevan comida a 60 familias de la zona, en colaboración con el Banco de Alimentos.
Con motivo de su patrón, San Camilo, celebraron una jornada de puertas abiertas. Hermanos, residentes, voluntarios y los veinte empleados externos (contable, enfermeras, un médico, auxiliares y técnicos sociales) colaboran para sacar adelante el centro día a día.
“Esto es algo más que un trabajo, para venir aquí hay que tener una implicación personal”, asegura el hermano José Luis Delgado.
Para conocer mejor a esta pequeña congregación que trabaja con enfermos pobres: www.hermanosmisioneros.org