El arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, ha presentado este jueves, junto al obispo auxiliar de Valencia, Esteban Escudero, la nueva encíclica Laudato Si´ del papa Francisco sobre ecología y medio ambiente, de la que ha resaltado el concepto innovador de “la ecología integral” que defiende en ella el Pontífice, “que va más allá del problema ecológico” y contempla también “la protección y defensa del hombre”.
El purpurado español ha destacado que el objetivo del documento papal es “promover esta ecología integral” unida inseparablemente a la “ecología humana”. Se trata de un “enfoque nuevo, completo, no parcial” de la ecología, un enfoque que “reclama que la lectura de la encíclica sea en clave pastoral, la de un hombre preocupado por el mundo y su suerte”.
En la rueda de prensa de presentación, y respondiendo a preguntas de los periodistas, el cardenal Cañizares ha señalado que “acciones ecologistas llevan todos los partidos políticos pero acciones de una ecología integral, como plantea el Papa, ninguno”. Si no, por ejemplo, “esos partidos no llevarían el aborto o la ideología de género”.
De igual manera, el arzobispo de Valencia ha manifestado que Laudato si´ “no es una encíclica ecologista, en el sentido que se entiende habitualmente” porque “supera a los movimientos ecologistas” y, de hecho, “muchos ecologistas no se verán reflejados en ella porque los trasciende”.
Leer la encíclica en “clave pastoral”
En su presentación del texto, el purpurado ha insistido en que la nueva encíclica del Santo Padre hay que leerla en “clave enteramente pastoral”, como una “gran defensa de la naturaleza” y como “una llamada rigurosa a su protección, a la que está unida la protección y defensa del hombre inseparablemente, tanto en su dimensión personal, espiritual y social”.
Así, “esta ecología muestra que son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia por los pobres, el conjunto de la sociedad, la armonía de las naciones y la paz interior y de los pueblos”, ha puntualizado.
Igualmente, el cardenal Cañizares ha calificado la nueva encíclica como un “documento del magisterio abierto a todos, desde la luz de la fe, que no es incompatible en absoluto, --al contrario--, ni con la razón o con la ciencia”, informó la agencia diocesana AVAN.
Además, el texto del papa Francisco “se sitúa en continuidad absoluta con el magisterio anterior del papa Pablo VI, san Juan Pablo II, y Benedicto XVI”. El Pontífice “continúa este magisterio enteramente sin fisura alguna y lo amplía porque era necesario en estos momentos”, ha expresado el arzobispo de Valencia.
No obstante, “es la primera encíclica que se ocupa del tema de la ecología directa y exclusivamente” y, por tanto, “marca un hito, que significa también la importancia que el Papa le da a este tema”.
Por su parte, Mons. Esteban Escudero ha realizado un resumen de los seis capítulos que forman parte de la carta “en la que el Papa constata” que, a pesar de que existe una “mayor sensibilidad” acerca de estos temas en la sociedad, “todavía hay una indiferencia” y la respuesta social es “insuficiente”.
Así, ha explicado el prelado, el Santo Padre constata “graves problemas que la ciencia de hoy está detectando” como el cambio climático o la pérdida de la biodiversidad con la desaparición de especies animales y vegetales, alterándose así los ecosistemas, y la calidad de vida humana”.
Por eso, ha proseguido, el Pontífice muestra con su encíclica “que es el momento de hacer una llamada a la reacción, primero con la oración”, de ahí la necesidad de la “espiritualidad ecológica”.
Para monseñor Escudero, la “conversión ecológica no es solo plantar árboles sino vivir el ser humano conforme a las normas del Creador”.
También es importante la “acción decidida”, es decir, la acción de “movimientos sociales que presionan a los políticos creando una opinión pública que repercuta en el bien de la sociedad tomando medidas a muy larga distancia”. En este sentido, “la ecología no es algo que se pueda solucionar en unas elecciones ni mucho menos en programas políticos a cuatro años”.
Por eso, “el Papa está llamado a tomar en serio este problema con una conciencia religiosa cristiana para los cristianos y con una conciencia humana y solidaria para aquellos que no crean en Dios”, ha concluido el obispo auxiliar de Valencia.