La presidenta en funciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y el alcalde en funciones de Toledo, Emiliano García-Page, asistieron en la mañana de este jueves de Corpus Christi a la solemne misa que ofició el arzobispo primado, Braulio Rodríguez.

El arzobispo habló del valor de la celebración de la liturgia en rito hispano-mozarabe, que se celebra en Toledo desde el siglo VI, tras precisar que los «avatares de la historia no lo han podido sofocar», ha defendido que con esta celebración no se hace ni «arqueología litúrgica, ni espectáculo religioso cultural. Tampoco un lujo toledano».

Rodríguez ha realizado estas manifestaciones durante de la homilía de la misa de Corpus Christi, que ha oficiado en una abarrotada catedral, ante el obispo de la ciudad alemana de Aquisgrán, con quien Toledo está hermanada, y ante el obispo auxiliar, Ángel Fernández, y el emérito de Segovia, Ángel Rubio.

Casualmente, Rodríguez ofició el pasado 17 de mayo en la Basílica de San Pedro del Vaticano la misa en el rito Hispano-Mozárabe, un modo de celebrar la liturgia que se consolidó en el reino Visigodo de Toledo y que se mantuvo durante la ocupación musulmana de la Península, perviviendo hasta la actualidad.

El primado toledano ha hablado varias veces de tradición y aunque, retomando el capítulo 23 de Mateo, ha recordado que «Cristo criticó vivamente ciertas tradiciones de escribas y fariseos, como opuestas a la tradición auténtica», ha añadido que «Él ha autentificado, haciendo válido para nosotros este principio de la ´traditio´, la tradición».

«Nuestra expresión litúrgica es la hispano-mozárabe, que ha cristalizado en nuestra patria desde antiguo y que avatares de la historia no han podido sofocar, de modo que la Eucaristía que dejó el Señor es una hermosa realidad con la que hoy festejamos la fiesta del Corpus Christi».

«Pero no estamos haciendo ni arqueología litúrgica, ni espectáculo religioso cultural. Tampoco un lujo toledano, el damasquino, tan hermoso y valioso arte, pues se nos ha invitado a encontrar la vida y obtener el favor del Señor», ha defendido.


El alcalde de Toledo en funciones, Emiliano García-Page, que participa hoy en su último Corpus Christi como regidor de la ciudad tras dos legislaturas, ha asegurado, antes de comenzar la misa, hacerlo «con la conciencia tranquila de haber hecho mucho o, al menos, todo lo que he podido y con la tranquilidad de haber cumplido con el deber».

Así lo ha manifestado García-Page en declaraciones a los periodistas, a los que ha dicho que asiste «con sentimientos muy encontrados, porque han sido ocho años al servicio de Toledo y estoy a gusto desde el punto de vista interno, con la conciencia tranquila de haber hecho mucho o, al menos, todo lo que he podido y la tranquilidad de haber cumplido con el deber», ha aseverado.

Sobre la festividad del Corpus Christi en sí misma, ha indicado que la lleva «en la raíz desde niño» y va a seguir participando en ella «desde otras responsabilidades, pero comprometido con el Corpus de por vida».


En un primer momento el Gobierno regional no había confirmado su asistencia a esta misa hasta última hora del miércoles, pero finalmente Cospedal ha llegado a la Catedral Primada alrededor de las 09.55 horas, de negro riguroso.

También ha sorprendido la presencia del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha asistido a esta solemne misa acompañado del delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio.

El consejero portavoz en funciones del Gobierno regional, Leandro Esteban, ha entrado a la Catedral Primada por su lado junto al presidente de las Cortes, Vicente Tirado; la vicepresidenta segunda, Cesárea Arnedo y la secretaria primera, Inmaculada López, ambas luciendo mantilla.

Asimismo, minutos antes de las 10.00 horas ha accedido a la Catedral el alcalde en funciones de la ciudad, Emiliano García-Page junto a la corporación municipal y también el presidente en funciones de la Diputación, Arturo García-Tizón, acompañado por la corporación provincial.

Además del ministro del Interior, este año asisten como invitados a la celebración de la fiesta grande de Toledo los embajadores de Irlanda, República Eslovaca, México, Guatemala, Uruguay y Alemania y la cónsul de Estados Unidos.


Tras la celebración de la misa, la Custodia de Arfe, realizada por el orfebre Enrique de Arfe con el primer oro llegado de América, protagonista del Corpus toledano y que acompaña a Cristo Sacramentado, realiza su recorrido tradicional por las principales calles del casco histórico de la ciudad, engalanadas para la ocasión con pendones, mantones, tapices, flores y reposteros e impregnadas por el aroma del tomillo y el romero desplegados por las aceras.

El Corpus Christi de Toledo se adorna este año con decenas de miles de flores, plantas y árboles que en esta ocasión se han inspirado en Santa Teresa, sumándose así a los actos del quinto centenario de su nacimiento, a lo que se añade una guirnalda de 3.200 metros elaborada en una sola pieza.