Lo hizo en presencia de su familia materna y paterna y de los compañeros del colegio en la madrileña parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Aravaca. Vestía el mismo uniforme escolar que el resto de los niños de cuarto de primaria del colegio Santa María de los Rosales, el centro privado en el que estudia, el mismo en el que se formó su padre, el Rey Felipe VI.
Pese al rango de la Princesa de Asturias, no ha habido ningún acto excepcional, ni invitados de Estado. Nada que ver con el día en que fue bautizada, cuando ejercieron como padrinos sus abuelos, los entonces Reyes de España, con las altas instituciones del Estado como testigos.
A la salida de la iglesia, la Princesa de Asturias ha posado junto a sus padres y su hermana, reconociendo que estaba contenta, aunque "muy nerviosa" durante la ceremonia. "Lo voy a celebrar en casa", ha añadido, sonriente, ante las preguntas de los periodistas.
A instancias del Rey, se han sumado al posado don Juan Carlos y doña Sofía, quien ha dado un cariñoso beso en la frente a su nieta Leonor, mientras tras ellos se escuchaban reiterados vítores dirigidos a los Monarcas. Por último, se han unido al grupo los abuelos maternos, así como la bisabuela de la Princesa.
La primera comunión de Leonor, Princesa de Asturias, ha sido muy distinta a la de sus mayores en la familia real.
Juan Carlos, Cristina, Elena y Felipe en sus respectivas Primeras Comuniones; el vestido de Cristina y Elena es el mismo, y este mismo mes de mayo de 2015 lo ha usado Irene, hija de Elena, en su propia comunión; la cruz de los tres niños fue también la misma
Su abuelo, el Rey Juan Carlos, la hizo en la capilla privada del cardenal Manuel Gonçalves Cerejeira, en el palacio patriarcal de Lisboa, el 5 de enero de 1947, día de su noveno cumpleaños, estando sus padres exiliados en la cercana localidad portuguesa de Estoril. Vistió el tradicional uniforme de marinero. Asistieron como invitados especiales la reina Victoria Eugenia, llegada de Lausanne, y el rey Humberto de Italia, otro exiliado en Portugal. La fecha tenía que haber sido otra, pero se cambió por una indisposición estomacal.
Cuando llegaron a ser Reyes, Juan Carlos y Doña Sofía adoptaron la costumbre de celebrar las comuniones de sus hijos, el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina, en la ermita del Palacio de la Zarzuela, y siempre en la misma fecha: el 30 de mayo, día de San Fernando, monarca y santo. Las tres ceremonias fueron muy similares: en intimidad familiar, con un posado para los medios. Las oficiaba el padre Aguilar, un dominico de predicación emotiva. A las comidas venían las familias, el personal de Palacio y los profesores de los tres hijos. Los tres entregaban como recordatorio una estampa de la Última Cena con una coronita real en relieve de oro sobre sus nombres.
La Infanta Elena recibió la Primera Comunión en 1972 con 8 años, con vestido blanco, cirio en las manos y cruz en el pecho. La infanta Cristina, al año siguiente, también con 8 años, reutilizó el mismo traje y la misma cruz de su hermana mayor.
El Príncipe Felipe celebró su primera comunión en 1975, con 7 años. Como su hija Leonor, era alumno del colegio Los Rosales, que celebraba sus comuniones en la parroquia de la Asunción, en Aravaca, pero la Reina prefería que celebrase el sacramento en la ermita, como sus hermanas. Vestía de blanco y usó la misma cruz que las infantas.
Con Felipe Juan Froilán, primogénito de la Infanta Elena y nieto mayor de los Reyes, se inauguró en 2007 la costumbre de hacer la comunión junto a sus compañeros de colegio, sin distinción alguna. En el caso de los hijos mayores de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, Juan Valentín y Pablo Nicolás, se celebró el mismo día, el 23 de mayo de 2009, en Barcelona, en el convento de los Capuchinos de Sarriá, con cuatro compañeros del Liceo Francés, en una misa oficiada en catalán y castellano. La fiesta fue en el palacete de Pedralbes, donde se celebró una gran fiesta infantil a la que asistieron más de 40 niños, entre ellos los primos Urdangarin.
La última en hacer la Primera Comunión hasta ahora fue Irene Urdangarin, hija de la Infanta Cristina. Fue a principios de mayo de 2015 en la aldea suiza de Hermance, con pocos parientes de la familia real (fueron la Reina Sofía, y la Infanta Elena con su hijo Froilán). Casi con 9 años, Irene tomó el sacramento en solitario, con el mismo vestido que ya lucieran su madre y su tía en los años 70.
Para leer más sobre esta cuestión:
De la costumbre de celebrar la Primera Comunión
De la costumbre de vestir a los niños de marineritos en su primera comunión