El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, ha hecho un llamamiento a los cristianos "y a aquellas personas de buena voluntad que quieran escucharle" para que no se crucen de brazos "como si nada se pudiera hacer" ante el drama del aborto.
En una carta titulada Defender la vida siempre, el prelado hispalense subraya la "gravedad intrínseca" del aborto, porque a la eliminación voluntaria y querida de un ser humano "se une la tragedia de su aceptación acrítica por una parte de nuestra sociedad, en nombre del progreso y de la libertad de la mujer".
Monseñor Asenjo Pelegrina recuerda que la Iglesia no cesa de proclamar que "sólo Dios es dueño de la vida". Éste es el eje de una postura contraria a los ataques contra la vida considerándolos como "un gravísimo pecado contra Dios creador".
El arzobispo afirma que "de entre todos estos atentados contra la vida, el aborto reviste una mayor gravedad", y alude al Concilio Vaticano II, que no dudó en calificarlo como "crimen abominable".
Como recuerda el arzobispo de Sevilla, la razón de esta calificación es "su intrínseca malicia y la injusta y terrible indefensión que sufre quien debería recibir todos los cuidados de sus padres, de la sociedad y del Estado para poder ver la luz".
Lea aquí la carta íntegra del arzobispo de Sevilla