Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, ha hecho pública una Carta Pastoral bajo el título: En defensa de la vida: sobre los abusos sexuales a menores y adultos vulnerables.
Como explica la propia página web de la diócesis, este documento viene a acoger otra Carta, en este caso del Papa Francisco, que el Romano Pontífice dirigió el pasado mes de febrero a los presidentes de las conferencias episcopales y a los superiores de los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica acerca de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores. En dicha Carta el Santo Padre «insta a las diócesis» «a establecer programas de atención pastoral, que podrán contar con la aportación de servicios psicológicos y espirituales», y pide «colaboración plena y atenta con la [Pontificia] Comisión para la tutela de menores», también «mediante un intercambio de “praxis virtuosas” y de programas de educación, formación e instrucción por lo que se refiere a la respuesta que se ha de dar a los abusos sexuales».
La Carta del Papa, como explica monseñor Reig, es toda ella fundamental, pero incorpora un elemento que se debe subrayar; no solo habla de menores, sino que, hasta en cuatro ocasiones, se cita también a los adultos vulnerables: «Se debe continuar haciendo todo lo posible para erradicar de la Iglesia el flagelo del abuso sexual de menores y adultos vulnerables»; este último aspecto, según el obispo complutense, es una realidad poco conocida sobre la que el Romano Pontífice también invita a trabajar con fe, inteligencia y diligencia.
Reig Pla subraya en su carta la tolerancia cero respecto a los abusos, con todo lo que esto implica; al mismo tiempo insiste en la necesidad de acoger y ayudar, en todos los aspectos, a las víctimas y a sus familias, y recuerda también la vital importancia de implementar medidas preventivas.
Asimismo, el obispo de Alcalá de Henares anuncia la creación de un portal específico sobre los abusos sexuales a los menores y adultos vulnerables y de un Servicio de Asistencia Pastoral a las posibles víctimas de abusos sexuales, sus familias y comunidades, vinculado al Centro de Orientación Familiar Regina Familiae.
El obispo Reig también subraya en su Carta el don que significa la multitud de sacerdotes, diáconos y religiosos beneméritos que, con la asistencia del Espíritu Santo, permanecen fieles a su vocación al servicio de Dios, de la Iglesia y del prójimo; y explica que sería injusto propiciar un clima generalizado de sospecha.
-"Los abusos sexuales se refieren, sin duda, al sexto y al noveno mandamientos de la Ley de Dios; sin embargo, no hay que reducirlos al ámbito de la moral privada. Estos abusos son atentados contra el primado de la persona en su diferencia sexuada (varón-mujer). La sacralidad de la vida humana y el primado de la persona son las bases de la moral social. Por tanto, los abusos son atentados contra el prójimo, pero también contra Dios y contra la comunidad".
-"Ambos estados (virginidad y matrimonio) requieren de la redención del corazón que se alcanza con la gracia de Dios y la virtud de la caridad. Nadie puede dar lo que no posee. Quien no viva castamente y aprenda, con la asistencia divina, a gobernarse a sí mismo no podrá donarse, con verdad, en ningún ámbito de su vida: matrimonio, familia, comunidad eclesial o ámbito social (trabajo, empresa, política, etc.). Sin castidad las relaciones se convierten siempre en relaciones de poder, en manipulación del otro -cosificándolo- para los propios intereses".
-"Los abusos y acosos sexuales a menores y a adultos, no solo son materia gravísima de pecado, también constituyen un gravísimo delito canónico y civil, lo que demanda, según derecho, la colaboración leal con las legítimas autoridades eclesiales y civiles. Los abusos y acosos sexuales jamás deben ser valorados desde el número de casos; una sola víctima es ya demasiado, es una atrocidad".
-"El escándalo no consiste en que se conozca la verdad y se haga justicia, sino en que sucedan tan abominables hechos. Que se conozca la verdad y se haga justicia debe ser motivo de satisfacción para todos. Conocer la verdad y hacer justicia es un bien para las personas que han sido objeto de abusos, para las posibles víctimas, para la Iglesia, para la sociedad y, aunque ellos no lo vean así, también para los agresores. Cualquier otra posición al respecto no sería más que clericalismo corporativista".
-"No hay que caer en el error, propio del clericalismo, de pensar y afirmar que quienes hacen públicas -con legitimidad y verdad- las miserias que se dan en el interior de la Iglesia son enemigos de la misma, ¡al contrario!: ¡ayudan a la Iglesia a purificarse! Diré mas, a veces, incluso aquellos que tienen a la Iglesia por enemiga, pueden ser instrumentos en las manos de Dios para acrisolarnos".
-"La selección de las personas debe ser radicalmente exigente tanto en el ámbito psíquico como en el espiritual. Nadie debe ser ordenado si no reúne las condiciones para ser un buen esposo y un buen padre de familia. También los catequistas, profesores de colegios católicos, profesores de religión, etc., deben ser seleccionados con todo rigor".
-"La promoción en todos los ámbitos formativos de un auténtica educación afectivo-sexual que, sostenida por un antropología adecuada, promueva el respeto al otro y la vocación al amor. Con ello se trata de contrarrestar el relativismo moral que se deriva de la revolución antropológica y sexual propiciada por la gobernanza global o el Nuevo Orden Mundial. Se trata de un nuevo poder inteligente que en nombre de la libertad, consigue crear adictos y esclavos del consumo también sexual".
-"La Santa Sede hizo público el 14 de abril de 2010 los siguientes datos, referidos, según se indicó textualmente -esto es importante para que no se produzcan malentendidos-, a «la problemática de los abusos por parte de sacerdotes y no en la población en general»: «En el campo de las causas de abusos a menores por parte de sacerdotes afrontadas en los años recientes por la Congregación para la Doctrina de la Fe, hay que atenerse simplemente al dato estadístico referido en la entrevista de Mons. Scicluna, en la que se hablaba de un 10% de casos de pederastia en sentido estricto, y de un 90% de casos a definir como efebofilia (es decir contra los adolescentes), de los cuales cerca el 60% referido a individuos del mismo sexo y el 30% de carácter heterosexual»."
-"Continuando con las redes, se debe decir que estas actúan como células autónomas de corrupción, poder y tráfico de información e influencias, pero, al mismo tiempo, suelen tener cierta relación entre ellas, de modo que, cuando es necesario, se encubren y apoyan coordinadamente, incluso a nivel internacional. (...) Estas redes suelen contar con un entorno laical vulnerable, víctimas a las que tratan como ‘esclavos psico-afectivo-sexuales’: a algunos se les explota económicamente, a otros sexualmente, a otros en todos los aspectos".
-"No solo por lo expuesto, pero también por ello, es muy importante impedir, como exige la Iglesia, la ordenación de candidatos con atracción sexual hacia el mismo sexo (AMS)".