Desde hace varios meses, y con más intensidad en las últimas semanas, la prensa española de izquierdas apoya con infinidad de artículos las declaraciones de la Ministra Irene Montero, y alguna más, contra la objeción de conciencia de los médicos, tema que ha vuelto a ser de actualidad a raíz de la ley de eutanasia y ahora de nuevo con respecto al aborto.
Aunque el aborto es legal en España desde 1985, sigue siendo una práctica que repugna moral y médicamente a ginecólogos, matronas, enfermeras y sanitarios en general.
Desde hace 4 décadas los que realizan abortos son un número muy pequeño de especialistas endurecidos, cada más más envejecidos, casi todos ellos en negocios privados de la patronal abortista. Los otros ginecólogos, los que cuidan a las madres y los bebés, los miran con aprensión, cuando no con repulsa.
Por eso, los abortistas -y también los eutanasiadores- quieren estrangular tanto como puedan la objeción de conciencia sanitaria.
Un derecho reconocido por el Tribunal Constitucional
El Tribunal Constitucional español reconoció en 1985 el derecho de los sanitarios a la objeción de conciencia en una sentencia sobre un caso concreto de aborto, al amparo de la libertad ideológica y religiosa reconocida en el artículo 16.1 de la Constitución Española.
La propia Ley del Aborto de Rodríguez Zapatero (Ley 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo) reconoce en su artículo 19 el derecho de los sanitarios que estén “directamente implicados en la interrupción voluntaria del embarazo” a no realizar interrupciones voluntarias del embarazo por “razones de conciencia”.
La protesta del Colegio de Médicos de Madrid
El Colegio de Médicos de Madrid, ante las presiones de los políticos abortistas y pro-eutanasia contra la objeción de conciencia sanitaria, ha respondido con un enérgico comunicado: "No podemos tolerar una injerencia ilegítima en el ejercicio de la Medicina", denuncian. "El Colegio de Médicos de Madrid manifiesta públicamente su firme compromiso de aplicar, mantener y reforzar todos y cada uno de los principios y valores de la profesión médica".
"El Tribunal Constitucional ha declarado que la objeción de conciencia no exige de regulación jurídica específica de cara a poder ser reconocida", recuerda el Colegio de Médicos.
Contra las listas de objetores, el colegio recuerda que "el ejercicio de la objeción de conciencia debe ser libre, confidencial y aplicarse de forma sobrevenida, ad casum, en las circunstancias, lugar y tiempo del caso concreto que se plantee. Sólo así el médico dispone de todos los elementos clínicos y personales que concurren en cada caso para enjuiciar rectamente una situación concreta en una persona y tiempo concretos, y decidir en conciencia la aplicación o no de una terapia o petición de cada paciente".
"Poner trabas a la objeción de conciencia sin escuchar a los profesionales sanitarios es amordazar a los que piensan distinto, comprometiendo la libertad del profesional y es un ataque frontal a la relación de respeto y confianza entre médico y paciente, que es patrimonio intangible de la humanidad", añade el comunicado.
Lea aquí el comunicado completo del Colegio de Médicos de Madrid en defensa de la objeción de conciencia sanitaria.
Ya en julio el Consejo General de Colegios Médicos Oficiales protestaba por los ataques a la objeción de conciencia y las voces que buscaban forzar a los sanitarios a realizar actividades contrarias a su conciencia ética: "Forzar la conciencia de los médicos para ampliar el número de facultativos disponibles en todas las poblaciones, lo que además de inconstitucional es una mala solución, que desde la perspectiva de la profesión médica se considerarían inaceptable, ilegal e injusta", decía una nota del Consejo de Colegios Médicos (léala aquí).
Este vídeo explica la objeción de conciencia: lo ha realizado la Asociación Nacional de Objeción de Conciencia sanitaria (ANDOC).