En el contexto del Año Jubilar de San Ignacio, el Instituto del Corazón de Cristo (iCorazondeCristo.org)  organiza una tanda de ejercicios espirituales de todo un mes para sacerdotes en verano de 2022, del 10 de julio al 10 de agosto, en la casa de Espiritualidad del Burgo de Osma (Soria). Hay que reservar plaza antes del 15 de enero de 2022.

José María Alsina y Manuel Vargas, de la diócesis de Toledo, que serán los directores de esta tanda, explican esta propuesta.

- ¿Por qué el Instituto del Corazón de Cristo lanza una tanda de ejercicios?

- MV: El Instituto busca evangelizar con el Corazón de Jesús como centro. El Instituto nació como fruto de la labor de grandes apóstoles del Corazón de Jesús que se forjaron en la escuela de los Ejercicios y que a su vez formaron a otros. El P. Luis María Mendizábal impartió durante muchos años una tanda de mes que hizo descubrir esta perspectiva de la vida cristiana desde el Corazón de Jesús a centenares de sacerdotes y consagrados. Queremos humildemente continuar esta tarea.

- Parece atrevido organizar una tanda de todo un mes, aunque sea verano. ¿Pueden los sacerdotes encontrar un hueco así en sus ajetreadas agendas?

- JM: Recordemos lo que dijo la Madre Teresa de Calcuta en una visita a unas religiosas. Ellas le habían dicho que como tenían mucho trabajo, habían decidido reducir su tiempo de oración. Cuando la Madre se enteró de esto les preguntó: “¿Cuánto tiempo oran al día?”. “Una hora”, contestó una de ellas. “Muy bien, a partir de mañana que sean dos”, contestó la Madre Teresa.

»Ciertamente, al sacerdote que hoy quiere trabajar siempre le “falta tiempo”. Pero si hay algo que necesitamos, quizás ahora más que nunca - porque nuestro trabajo es mucho y difícil- es dedicar más tiempo para la oración. Esta es una de las razones de nuestra propuesta: ayudar a los sacerdotes a encontrar su centro mediante una experiencia “fuerte” de oración.

»Hablo desde mi propia experiencia. La realización del Mes de Ejercicios hace dos años ha marcado un antes y después sacerdotal. Los Ejercicios de San Ignacio son, sobre todo, una “experiencia fuerte de oración”.

-MV: Los Ejercicios, que nacen de la experiencia espiritual de San Ignacio, son una escuela de discernimiento y de elección. Se ha escrito mucho sobre el fin de los Ejercicios. Me atrevo afirmar que el fin principal de los Ejercicios es este: ordenar la propia vida (que tiene su raíz en lo que San Ignacio llama las “afecciones desordenadas”) para poder saber la voluntad de Dios y una vez hallada elegir aquello que Dios quiere. En palabras de San José María Rubio: “Hacer lo que Dios quiere y querer lo que Dios hace”.

- ¿Qué añade a los Ejercicios Espirituales esta perspectiva de ofrecerlos “desde el Corazón de Cristo?

- JM: El camino marcado por San Ignacio tiene como guía y como meta la persona de Jesucristo. La elección al final es esta: elegir a Cristo, responder como Pedro de veras: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”. El conocimiento interno de Cristo, pedido durante la 2ª semana de los Ejercicios, no es otra cosa que el descubrimiento de Cristo desde su centro, es decir desde su Corazón que me ama y que me llama a ponerme bajo su bandera: la bandera de la Cruz. Con Él y como Él hacer de la propia vida una entrega por amor, a Dios y a los hermanos. Nuestra propuesta no supone “añadir nada” a lo que propone San Ignacio, pero sí subrayar aquello que nos parece que orienta todo el camino del santo de Loyola: el seguimiento y imitación de Cristo por Amor.

- ¿Qué hay que hacer para apuntarse a estos ejercicios?

- Los sacerdotes que quieran realizar esta experiencia tienen que escribirnos a ejerciciosespirituales@icorazondecristo.org . Una vez nos escriban nos pondremos en contacto con ellos. Las fechas para inscribirse son hasta el 15 de enero. Son plazas limitadas. Si nos quedara alguna plaza lo abriríamos a religiosos y seglares.