San Isidro Labrador y el Real Madrid son, probablemente, las dos figuras más internacionales que tiene la capital de España. Casi en cualquier pueblo remoto de la Cristiandad uno bien podría encontrarse con una imagen del patrón de los agricultores o con un niño que llevara una camiseta del conjunto blanco.

Este año se han cumplido 400 años de su canonización, y,  con motivo de este acontecimiento, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino acaba de presentar –junto al alcalde de la capital José Luis Martinez-Almeida, al cardenal José Cobo y a Esther Borrego Gutiérrez, catedrática de la Universidad Complutense de Madrid– el libro San Isidro Labrador (BAC). Puedes adquirirlo en este enlace.

Un santo universal

"No es habitual de ver en la presentación de un libro personalidades de tan alta representación […] estamos aquí para hablar de San Isidro, el queridísimo patrón de Madrid, al que todos han recordado y festejado durante el Año Jubilar del cuarto centenario de su canonización. Este libro, así esperamos, será un eco que permanecerá sin duda en el tiempo recordando lo que Madrid ha conseguido y ha gozado", dijo Camino en la presentación.

"Tengo la obligación y el gusto de agradecer el trabajo a los autores que ha hecho posible este libro. Es un santo no solamente madrileño, sino universal. El pueblo cristiano de Madrid tuvo por santo a San Isidro desde que murió", ha remarcado Martínez Camino.

"Según la mejor teología sabemos que San Isidro no se olvida de nosotros, Dios manifestó su rostro y su presencia. Él y su mujer, Santa María de la Cabeza, comprobaron la fuerza del amor de Dios: esa es la aportación de San Isidro a la historia de la Iglesia desde hace 900 años. En estos tiempos de impiedad, nuestra generación necesita volver de ver de cerca la cara de Dios y su rostro se manifiesta en sus santos. La falta de fe comporta desunión, polarización, violencia, racismo y a veces, a causa de las tensiones, las utopías terrenas no llevan a ningún paraíso, ni siquiera terrenal, de paz y concordia", añadió.

El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha agradecido el trabajo realizado. San Isidro era una "persona accesible, un hombre que sabía relacionarse con la naturaleza porque en ella veía Dios. Isidro además es accesible por algo que en la ciudad es fundamental, ser buen vecino. Necesitamos la accesibilidad de Isidro que se relacionaba con el vecino y lo hacía en el nombre de Dios. Quizás no necesitamos superhéroes, sino necesitamos vecinos que han vivido entre nosotros. Isidro además es accesible por algo muy provocativo: se fija en los que no tienen. En una ciudad que va creciendo, Isidro está pendiente de los que no tiene y se relaciona con ellos ofreciendo lo que tiene", ha subrayado Cobo.

'En estos tiempos de impiedad, nuestra generación necesita volver de ver de cerca la cara de Dios y su rostro se manifiesta en sus santos', dijo Camino (foto: Arzobispado de Madrid).

El alcalde Martínez-Almeida cerró el acto con unas breves palabras: "O Madrid sigue respetando san Isidro no será ese Madrid que todos queremos, acogedor, que mira al que está al lado, humilde, trabajador, que recibe con los brazos abiertos a cualquier que venga aquí. O Madrid asume su tradición Isidril o no será la ciudad que todos queremos".