El lunes 24 de septiembre se celebra la Virgen de la Merced, patrona de las instituciones penitenciarias. En torno a esta fecha, el departamento de Pastoral Penitenciaria, dentro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, hace público un informe sobre la Pastoral Penitenciaria y sus recursos.
Para la elaboración del informe, este departamento envía una ficha-base a las capellanías Penitenciarias y las delegaciones diocesanas de Pastoral Penitenciaria. El informe 2017 recoge los datos facilitados por 78 prisiones de las 82 posibles, solo cuatro no han respondido a la encuesta. Esto supone el 95,10% de todas las prisiones de España. Estas prisiones aglutinaban entre sus muros a 58.923 internos en junio de 2018 (en total había 59.664), lo cual supone que las respuestas recogen el 98,75% de los presos de España.
Aunque el informe se basa en los datos recopilados, el director del departamento, Florencio Roselló, señala en la presentación: “quiero presentar vida, y quiero presentar compromiso. Un compromiso eclesial con nuestros hermanos privados de libertad. Los datos que a continuación aparecen son más que números, más que actuaciones, son personas entregadas y consagradas para que otras alcancen el sueño de la libertad. Son muchos capellanes, voluntarios y también profesionales que ponen al servicio de la pastoral sus posibilidades, sus recursos, sus cualidades. Son internos que responden a la confianza que se les concede en un permiso, en una actividad. Los datos sin rostros, son datos vacíos. Los datos con rostros, con contenido, con nombres son datos de vida y datos de esperanza”.
Tres aspectos importantes
Tres aspectos que destacan en el informe:
La gran riqueza humana comprometida con la cárcel y su entorno. 162 capellanes y 2.700 voluntarios, que tanto dentro como fuera de la prisión trabajan por crear espacios de libertad y de esperanza. A esto hay que añadir las 708 entidades que colaboran con nuestra pastoral: parroquias, cáritas diocesanas e interparroquiales, congregaciones religiosas, fundaciones y ONG, esto significa un compromiso positivo tanto de la sociedad como de la propia Iglesia con el mundo de la cárcel y su entorno.
Destacar también al gran número de internos que llega nuestra pastoral, a través de programas de formación, más de 900 programas.
Participantes en celebraciones más de 7.000, así como a través de los programas asistenciales: ropa, más de 10.000 paquetes, y peculio, casi 6.500 internos se beneficiaron de este programa destacando también los internos que participan en nuestros programas de reinserción como son los 3.447 permisos de acogida o los 834 Trabajos por el Bien de la Comunidad (TBC) que ofrece la Iglesia para evitar que mucha gente entre en prisión.
En tercer lugar, los medios invertidos por la Iglesia a través de Pastoral Penitenciaria en el mundo de la cárcel y su entorno. Medios humanos que hacen de nuestra pastoral la más numerosa en miembros interviniendo en las prisiones españolas. Importante los medios económicos, cada vez logramos reflejar más, y estoy convencido que no están recogidos todos los que realmente se invierten cada año. Y también unos medios de bienes inmuebles. Pisos de congregaciones religiosas, de cáritas, de parroquias, de fundaciones y asociaciones, que se ponen al servicio de la libertad, para que hombres y mujeres puedan dar ese primer paso, a través de un permiso, que les lleve a la tan deseada libertad.
En resumen, señala Florencio Roselló, el informe recoge un compromiso global de la Iglesia con la persona privada de libertad (prisión), con aquellos que están en situación de riesgo social en la calle (prevención), y con los que están luchando por volver a la sociedad (reinserción). Compromiso que nos lleva a atender tanto el cuerpo como el espíritu. Nuestros programas, como refleja este estudio quieren atender a lo más necesario de cada persona en un momento concreto. Queremos ser una Iglesia comprometida con el hombre y mujer en su globalidad y en el tiempo que nos toca vivir.
Publicado por Agencia SIC