Su elección como presidente del Colegio de Médicos de Madrid no ha cambiado nada el discurso del doctor Manuel Martínez Sellés en contra de la eutanasia, del que era un firme opositor antes de ocupar este cargo y lo sigue siendo ahora pese a las críticas que está recibiendo por su firme compromiso provida.
Este médico ejercía como jefe de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y también como catedrático de Medicina, además de haber escrito el libro Eutanasia, un análisis a la luz de la ciencia y la antropología (Rialp).
En una entrevista con El Mundo explica con meridiana claridad los argumentos de por qué la eutanasia es mala para el paciente y para la sociedad en general mientras sorteaba preguntas complicadas que intentaban buscar algún punto débil en su argumentario.
De este modo, el doctor Martínez Sellés recuerda que la ley de la eutanasia española “nos va a convertir en la excepción de Europa”, pues esta práctica únicamente está legalizada en el Benelux pues “en la mayoría de países de nuestro entorno se considera ilegal matar a un paciente”.
“La eutanasia va contra el juramento hipocrático y el código deontológico de los médicos. Además, la Asociación Médica Mundial la ha condenado de forma clara y explícita”, recalca este médico, que insiste en que “destruye la relación de confianza médico-paciente. Hoy en día, cuando un paciente va a un hospital tiene la certeza de que lo que le van a hacer es algo bueno para él. Con esta nueva ley, vamos a perder esta relación”.
Ante el argumento de que el médico no va a hacer nada que el paciente no le haya pedido, el presidente de los médicos madrileños habla de lo que está ocurriendo en Holanda. “Hay pacientes que no están en sus plenas facultades. Las enfermedades avanzadas deterioran la capacidad cognitiva. Cuando se apruebe la ley, puede haber la incertidumbre de si es el hijo el que quiere la herencia. Espero que alguien lea esta entrevista dentro de 10 años. Ojalá me equivoque, pero se estará aplicando la eutanasia a pacientes que no la han solicitado”, asegura.
Sobre el caso holandés, explica que “la eutanasia se empezó a utilizar en unos supuestos muy concretos, pero a medida que ha pasado el tiempo se produce ‘la pendiente deslizante’ y esos supuestos se han ido cayendo. Hoy en día, en Holanda, están aplicando la eutanasia a ancianos con demencia, a enfermos mentales y a niños con discapacidad, es decir, pacientes que por su propia condición clínica no tienen la capacidad de solicitarla”.
Otro argumento es el de personas que piden la eutanasia en España por el dolor insoportable. El Mundo habla del marido de María José Carrasco, único procesado por eutanasia en este país, que aseguraba que su mujer estaba seis horas seguidas gritando de dolor.
Martínez Sellés afirma que “eso es totalmente inhumano y significa que esta mujer no tenía unos cuidados paliativos adecuados. Con los avances que hay en medicina, no debería darse esa situación en ningún caso. De hecho, existe un recurso extremo que nosotros aplicamos en el día a día, que es la sedación paliativa”.
Concretamente, la sedación paliativa consiste en que “si yo tengo un paciente que tiene mucho dolor o no tengo capacidad de controlar los síntomas, puedo sedar al paciente, aún a riesgo de que pierda el conocimiento. Eso no tiene ningún problema desde un punto de vista ético. Si el paciente se muere, eso no es eutanasia, sino un efecto secundario no deseado”.
Sin embargo, los activistas proeutanasia afirman que pese a todo esta mujer quería morir. Pero el presidente del Colegio de Médicos de Madrid discrepa y cree que “esa paciente solicita que no quiere estar en esa situación y habrá que darle un tratamiento para evitar que esté en esa situación. ¿Qué es lo que hacemos cuando alguien se va a suicidar? Nos movilizamos como sociedad para que no lo haga. Entendemos que esa persona tiene una situación en ese momento que le está inclinando a hacer algo que no es bueno para ella. Sorprende que ahora no se quiera evitar, sino que se facilite y que se quiera obligar a los médicos, que estamos entrenados para lo contrario, a matar a nuestros pacientes”.
Por otro lado, este doctor niega que esta ley pueda dar un impulso a los cuidados paliativos. Y lo justifica con evidencias: “Lo que se ha visto en los países donde se ha legalizado la eutanasia es una merma de los cuidados paliativos. ¿Qué interés puede tener para desarrollar unos buenos cuidados paliativos o investigar enfermedades como el alzheimer si vas a matar a los pacientes que tienen esas enfermedades? La eutanasia frena el progreso de la medicina y de los cuidados paliativos. En este país, los cuidados paliativos están muy poco desarrollados. Se recomiendan dos servicios por cada 100.000 habitantes y nosotros tenemos 0,6, o sea, que no llegamos ni a la mitad”.
Esta falta de cuidados paliativos en un país como España tiene, a su juicio, graves consecuencias. Entre ellas cita que “tenemos muchos pacientes que están sufriendo en los últimos meses de su vida y no se les está dando el tratamiento adecuado. ¿Qué alternativa se les va a ofrecer ahora? No se les va a dar unos buenos cuidados paliativos, sino que la alternativa es matarles. Por eso digo que va a ser un gran recorte sanitario en un país que será el más envejecido del mundo en menos de 20 años”.ç
Pero la ley de eutanasia también tiene graves implicaciones en los médicos, a los que no han consultado para aprobar esta ley. “Les obliga a matar a los pacientes porque el texto es de obligado cumplimiento. No tienen por qué obligar a los médicos a hacer algo que va contra su profesión. Esta ley se ha aprobado de manera apresurada en un momento de pandemia cuando la sociedad no se puede manifestar, sin consultar con los médicos y contra el dictamen del comité de bioética”, recalca Martínez Sellés.
Los médicos que se nieguen a practicar eutanasias –explica- “haremos objeción de conciencia, pero habrá que ver qué consecuencias tiene. En la Comunidad de Madrid, hay mucha inestabilidad laboral y los médicos están firmando contratos cada 6 meses. Me da mucho miedo que esos datos lleguen a la Administración y que puedan tener repercusiones a la hora de ascender o de renovar los contratos”.
“La eutanasia va contra la ética médica, con lo cual, habrá que ver qué es lo que se hace con los médicos que maten a sus pacientes, que estarán haciendo algo legal, pero no ético. La Asociación Médica Mundial tiene una declaración de hace un año en la que se condena de forma clara tanto la eutanasia, como el suicidio asistido”, añade.
Pero la ley tiene otros problemas. El presidente del Colegio de Médicos de Madrid denuncia que el texto “pone algo incomprensible que es que, desde el punto de vista legal, se va a considerar que es una muerte natural, algo que, por definición, no es una muerte natural. La ley nos obliga a mentir. Me parece muy grave que legalmente se considere la eutanasia como muerte natural. ¿Cómo puede ser que la ley oculte que se estén matando a pacientes? Imagínate que hay dos hermanos, uno que vive en Madrid y otro en Barcelona, y uno le dice a otro que su madre ha muerto de manera natural, cuando se le ha practicado la eutanasia”.
Cosas gratis que puedes hacer frente a la eutanasia:
- En España, súmate online a la Petición #MasPaliativos #StopEutanasia de la Plataforma Los 7000
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- Reenvía los artículos de ReL con argumentos contra la eutanasia
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