—Nos negamos a aceptar esa renuncia. Es inaceptable. Nuestras demandas son las mismas que planteamos al Gobierno anterior y que plantearemos a los que vengan hasta que lo consigamos: leyes y políticas que amparen el derecho a la vida del no nacido y el derecho a la maternidad de las madres embarazadas. No pedimos algo distinto, aunque sí mucho más ambicioso, de lo que el programa del PP en las últimas generales comprometía: más protección de la vida y más protección de la maternidad.
–Prejuicios ideológicos profundamente arcaicos y trasnochados y complejos absurdos hacen que ni izquierda ni derecha en España se hayan tomado en serio hacer justicia a la maternidad. Quienes tienen hijos son auténticos benefactores de la sociedad en su conjunto, pues son los que garantizan su viabilidad y, en particular, la del Estado de bienestar que se funda en la solidaridad intergeneracional.
–Efectivamente. Es lo que mi amigo Alejandro Macarrón ha denunciado con acierto como «suicidio demográfico». Aún así, los poderes públicos no han querido afrontar este problema: es una gravísima irresponsabilidad. Ahora algunas comunidades autónomas han empezado a anunciar y proponer planes de apoyo a la maternidad y me parece bien, pero no es congruente que unas leyes apoyen la maternidad y otras permitan destruir libremente el fruto de la concepción.
–La renuncia a derogar la vigente «ley del aborto» supone un abandono de las madres, que son las auténticas víctimas. La ley vigente, en esencia, lo que les dice a las madres es «si quieres abortar, te lo financio; si quieres ser madre, tú te las debes apañar sin apoyo alguno». ¡Esta es la ley que no se quiere cambiar! Si se renuncia a castigar el aborto se crea una estructura de coacción sobre las mujeres para que resuelvan sus problemas mediante el aborto. Por eso, el 22N queremos decir a todas las mujeres de España que aunque los políticos las abandonen, nosotros no lo vamos a hacer.
–No somos ingenuos ni ilusos, pero estamos convencidos de que es nuestra responsabilidad hacer lo que está en nuestras manos para que vean los políticos que a millones de españoles sí nos importa la vida y la mujer. Por eso, deben hacernos caso. Si no lo hacen hoy, nos lo harán mañana; pues no vamos a cejar en nuestra reivindicación y en nuestra presencia pública hasta que lo consigamos. Además, el Tribunal Constitucional tiene congelado un recurso que no resuelve desde hace más de cuatro años. No se puede entender esta omisión cuando lo que está en juego son vidas humanas y el dolor de tantas mujeres.
–No lo consentiremos. Por eso saldremos a la calle el 22N y lo haremos cuantas veces haga falta.
Más datos sobre la manifestación en Madrid del sábado 22 de noviembre en: www.cadavidaimporta.es
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En esta canción -himno de Cada Vida Importa 2014- las asociaciones por la vida aseguran que nunca dejarán solas a las mujeres