El arzobispo diocesano de Madrid, Carlos Osoro, ha pronunciado este domingo la homilía en la misa dedicada a Santa María la Real de la Almudena, donde ha advertido de que la sociedad atraviesa una "crisis profunda, que incluye la económica" que hace necesario "renovar al hombre por dentro".
Osoro, que ha presidido la misa en honor a la Patrona de Madrid en la Plaza Mayor, ha incidido en que la crisis "ha puesto a prueba el corazón y el alma de tantos que han salido a los caminos de los hombres para ayudar a quienes más necesitaban, mostrando el rostro generoso y solidario de personas, instituciones y familias".
Además, el arzobispo ha hecho hincapié en que, pese a las "historias con problemas, con tristezas y alegrías, con esperanzas y desesperanzas", hay que estar atentos a la "mirada de María", que es "mirada de consuelo en el largo camino de la historia de cada ser humano y en nuestra historia colectiva", una mirada que es "un regalo permanente, es el regalo de la misericordia de Dios".
En su homilía, Osoro ha recordado la caída del Muro de Berlín hace hoy 25 años, "un muro que separaba a los hombres, que hacía vivir en enemistad, en exclusión y en desencuentro". Con un paralelismo, ha llamado a "romper los muros que habitan en nosotros, que están construidos dentro de nosotros", para lo que hay que "acoger y anunciar a Jesucristo".
Por ello, ha pedido a la Virgen que ayude a la sociedad a "vivir como hermanos". "Que nunca nos falte el clima de hermanos que se ayudan los unos a los otros y en donde nadie pasa necesidad, porque lo mucho o lo poco que tenemos lo ponemos a disposición de los que más lo necesitan".
En su sermón, Osoro ha agradecido a su antecesor al frente de la Archidiócesis, Antonio María Rouco Varela, su "trabajo en el acrecentamiento de la devoción a Nuestra Señora de la Almudena", y ha recordado el legado de San Juan Pablo II, que "nos invitó a construir la civilización del amor", así como al Papa Francisco, que "nos invita a construir la cultura del encuentro, a romper los muros que nos seperan y dividen".
La misa ha sido concelebrada por los obispos auxiliares de Madrid, vicarios Episcopales, miembros del Cabildo Catedral, y sacerdotes diocesanos. Al finalizar la Eucaristía, la Virgen es llevada en Procesión hasta la Catedral recorriendo las calles del centro de la ciudad. Durante el mismo, hay coros que cantarán a la Virgen la ´Salve Marinera´, la ´Salve rociera´, e interpretan distintos bailes castizos.
Finalmente, la Catedral de la Almudena permanece abierta en esta jornada hasta las 20 horas, para que los fieles que lo deseen puedan acercarse a besar la medalla de la Virgen, en el Altar de la Almudena.