Confirmado. Tras la polémica por la carta de medio centenar de sacerdotes extremeños al Nuncio de Su Santidad en España, Cardenal Fratini, por las obras que el Arzobispado de Mérida-Badajoz está realizando en el Palacio Episcopal de Badajoz, la alegría se apodera de la comunidad católica extremeña con la llegada a nuestra región de Monseñor Celso Morga.
Fuentes del Arzobispado consultadas por Religión en Libertad han confirmado que Monseñor Celso Morga tomará posesión de su cargo como Arzobispo Coadjutor de Extremadura el próximo sábado día 15 de noviembre y a las 11.30 horas en la Catedral de San Juan de Badajoz, en una Solemne Misa que estará presidida por el Arzobispo Monseñor Santiago García Aracil.
Al acto ha sido invitado el presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, así como todos los consejeros de la Comunidad Autónoma, el alcalde de Badajoz y autoridades civiles y militares.
Ese mismo día, ya por la tarde, a las 20.00 horas y en la Concatedral de Santa María La Mayor de Mérida “será presentado a los fieles, porque no tiene sentido que se repita el mismo acto que el de por la mañana”, declararon a Religión en Libertad estas fuentes.
No sólo Badajoz y Mérida verán al nuevo Arzobispo Coadjutor. Hasta mayo de 2015 que tome posesión como Arzobispo titular de Mérida-Badajoz, tras la jubilación de Monseñor García Aracil, visitará las grandes ciudades de las dos provincias extremeñas y “las pequeñas localidades. Es un Obispo muy cercano a los fieles, que se preocupa por todos ellos, por lo que es natural que su Ministerio sea ejemplar en nuestra Comunidad Autónoma”, concluyeron.
Monseñor Morga tiene amplia experiencia en el gobierno del Clero y ha ejercido de párroco en su tierra, La Rioja. Es autor de varios libros ministeriales y pertenece a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, vinculada al Opus Dei.
El nuevo Arzobispo Coadjutor extremeño, Monseñor Celso Morga Iruzubieta, nació en la localidad riojana de Huércanos el 28 de enero de 1948. Completó sus estudios en el Seminario de Logroño y fue ordenado sacerdote el 24 de junio de 1972. Posteriormente, cursó la Licenciatura de Derecho Canónico en la Universidad de Navarra, en la que logró el Doctorado en 1978 con la tesis La predicación y la catequesis en los Sínodos de Calahorra y La Calzadilla-Logroño. Fue destinado a ejercer su labor ministerial a distintas parroquias de La Rioja, además de ser vicario judicial adjunto del Tribunal Diocesano entre los años 1974 y 1980.
En 1980 se trasladó a la ciudad argentina de Córdoba para impartir clases de Derecho Canónico en el Seminario Arquidiocesano. Asimismo, ejerció como juez del Tribunal Eclesiástico y como capellán de un colegio religioso femenino.
A su regreso a España volvió a ejercer como párroco, pero en 1987 cambió su vida por completo al ser llamado por San Juan Pablo II a Roma, para trabajar en la Congregación para el Clero, órgano importantísimo ya que se trata del dicasterio vaticano que se ocupa de la vida y ministerio de cerca de medio millón de sacerdotes católicos en todo el mundo. En éste trabajó como jefe de Sección y desde noviembre de 2009 de subsecretario, cargó que ocupó hasta su nombramiento como secretario de la Congregación para el Clero.
El Papa Benedicto XVI le ordenaba obispo el 5 de febrero de 2011 en una emotiva ceremonia celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Antes de su nombramiento como Arzobispo Coadjutor de Mérida-Badajoz por el Papa Francisco, con el que mantiene una estrecha amistad, era Arzobispo de Alba-Marittima. Además de trabajar en la Curia, en su etapa romana desarrolló una intensa labor pastoral en diversas parroquias de la capital italiana y es autor de varios trabajos sobre el sacerdocio y de algunos libros de teología espiritual.
“Vengo con el deseo de trabajar pastoralmente en plena comunión de intención y de afecto con nuestro querido Papa Francisco, que ha tenido la bondad de confiar en mi pobre persona como Arzobispo Coadjutor y en plena Comunión eclesial con nuestro querido Arzobispo Monseñor Santiago García Aracil”, escribiría en su carta de presentación a los extremeños.
En esa misma carta, dijo venir con las manos llenas de “buenos deseos, con una gran voluntad de serviros y hacer el bien entre vosotros como imagen de Cristo Buen Pastor”.