Según recoge una crónica del ABC Sevilla el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en el tradicional servicio religioso que conmemora al ángel San Rafael como custodio de la ciudad, y aprovechando las lecturas de Apocalipsis sobre la lucha entre los ángeles del Cielo y el dragón del mal, Satanás, ha pedido a todos esforzarse, con la ayuda del ángel, contra el mal actual, que toma la forma de la cultura abortista.
«Hay una batalla entre la cultura de la muerte, como decía San Juan Pablo II, y la cultura de la vida, acechada por nubarrones nada halagüeños», avisó el obispo, con las autoridades municipales del Partido Popular frente a él.
Ante un templo lleno y bajo la imagen emblemática del ángel, el obispo criticó a una sociedad «que recurre a los santos pero no es capaz de proteger a las familias», para lo cual se debería luchar contra «el terrible crimen del aborto».
El aborto, insistió el obispo, «que mata a decenas de miles de niños todos los días», no tiene «una sola razón», y combatirlo requiere «que sea fácil nacer y no difícil». Pidió, por eso, proteger a las madres para que «todos los niños puedan nacer y tengan un hogar que les acoja».
Ante él estaban escuchando el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, y el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, ambos miembros del PP, el partido que tiene mayoría absoluta en España y mantiene la ley de aborto de Zapatero pese a que se había comprometido a retirarla, incumplimiento que por el momento sólo ha causado la dimisión del partido de un concejal del PP de Sant Cugat , dos del pueblo de La Solana y algunos otros cargos menores.
El obispo también se refirió a los obstáculos que la clase de Religión recibe en las aulas por parte de la Administración. Es un tema que los obispos del Sur de España han comentado en varias ocasiones: en mayo declararon "su disgusto por el tratamiento que el Gobierno de España ha concedido a la asignatura de religión en la LOMCE", tratamiento que la Junta de Andalucía (socialista) aprovecha para acosar más a esta asignatura.
El obispo recordó que esta asignatura «el 95 % de los padres la quieren para sus hijos» y que «una sociedad que no respeta el derecho a educarse según las propias creencias crea personas menos libres».
Sobre la corrupción, predicó una sola frase aunque robusta: «Me da vergüenza leer el periódico todos los días».
Pidió que los cristianos no sean católicos "de nombre", sino "en la familia, en la escuela y en el trabajo".
Miles de personas se acercan a rezar ante la imagen de San Rafael en este día que se celebra su condición de custodio de Córdoba.