La Conferencia Episcopal Española ha hecho público el comunicado de la Nunciatura de que el Papa Francisco ha nombrado arzobispo-coadjutor de Mérida-Badajoz al riojano Celso Morga Iruzubieta, que actualmente y desde 1987 trabajaba en la Congregación para el Clero en Roma.
Mérida tiene algunas características peculiares. Allí se encuentra la sede del gobierno extremeño, del PP, la única sede autonómica en España que ha hecho ondear la bandera del lobby gay desde su balcón. El presidente extremeño, José Antonio Monago, ha recibido premios del lobby gay y se ha manifestado como un entusiasta defensor de la Ley pro-aborto ya llamada "de Aído-Rajoy", y también de la anterior, la de 1985, que causó 1,5 millones de abortos.
Celso Morga nació en Huércanos, La Rioja, el 28 de enero de 1948. Completó sus estudios eclesiásticos en el Seminario diocesano de Logroño y fue ordenado sacerdote el 24 de junio de 1972. Posteriormente, cursó la licenciatura en Derecho Canónico en la Universidad de Navarra, donde obtuvo el doctorado en 1978 con una tesis sobre "La predicación y la catequesis en los Sínodos de Calahorra-La Calzada y Logroño".
Más tarde desarrolló su labor pastoral en diversas parroquias de La Rioja y fue vicario judicial adjunto del Tribunal Diocesano entre 1974 y 1980. Ese año se trasladó a Córdoba (Argentina) para impartir la docencia de Derecho Canónico en el Seminario Archidiocesano. También ejerció de juez en el Tribunal Eclesiástico y de capellán de un colegio religioso. A su regreso a España en 1984, le nombraron párroco de San Miguel, en Logroño.
En 1987 volvió a Roma para trabajar en la Congregación para el Clero, el dicasterio vaticano que se ocupa de los asuntos que se refieren a la vida y ministerio de 400.000 sacerdotes católicos en todo el mundo. Allí ha trabajado de jefe de Sección y, desde noviembre de 2009, de subsecretario, cargo que ha ocupado hasta su nombramiento de secretario y arzobispo titular de Alba Marítima, siendo ordenado obispo por el Papa Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro el día 5 de febrero de 2011.
Además de su responsabilidad en la Curia Romana, Mons. Celso Morga ha desarrollado una intensa labor pastoral en diversas parroquias de la capital italiana, entre ellas la parroquia de los Santos Protomártires Romanos.
Es autor de algunos libros de teología espiritual y ha publicado varios trabajos sobre la vida y el ministerio de los sacerdotes, en L´Osservatore Romano y otras revistas.
En una entrevista en 2011 en la que fuera su universidad, la Universidad de Navarra, explicaba que su tarea en la Congregación del Clero implicaba sobre todo atender "casos dolorosos o negativos –quejas de los fieles, abusos litúrgicos…–, pues es poco frecuente que escriban quienes están bien. Por ejemplo, uno de mis últimos casos es el de un sacerdote que leía el periódico en misa, en lugar de la Sagrada Escritura. En situaciones conflictivas como esta, se notifica al implicado que no puede continuar así; si persiste, puede terminar en suspensión o abandono del sacerdocio. En otras ocasiones, hay una buena respuesta por su parte y un reconocimiento del error".
Desde ese cargo podía tener una visión amplia de lo que es el sacerdocio en todo el mundo.
"Algunos sacerdotes escriben para contarnos que no tienen ni para comer. En Occidente, por otra parte, el problema es el desánimo: se encuentran con una sociedad que parece no aceptarles, con una labor rutinaria… En otros lugares, como África, hay que poner el énfasis en formar adecuadamente al elevado número de personas que se están ordenando", explicaba.